IMPORTANTE: Esto es una historia ficticia, cualquier relación o semejanza con la realidad de Pedro y Paula es pura coincidencia.
Aclaro esto por acontecimientos sucedidos anteriormente.
GRACIAS, silvina.

domingo, 2 de agosto de 2015

El poder del amor RENOVADA - Capítulo 6 PARTE 2 - Te amaré por siempre


PAULA


La verdad que ya no soportaba más este estado de tristeza constante era obvio que no estaba todo bien con Pedro, ya no éramos aquellos dos enamorados de 25 años, no, ahora era distinto, peleábamos casi todos los días, y lo peor era que peleábamos por tonterías. Las peleas eran en parte lo que menos me importaba, los que me preocupaban eran los nenes, estaban sufriendo. La única que se daba cuenta y a veces intervenía en alguna conversación mía con Pedro era Malena. Era inevitable darme cuenta de lo que estaban pasando ellos tambien.
¿Que era lo que nos pasaba? ¿Ya no sentía lo mismo por Pedro? ¿Él que sentía por mí ahora? Esas preguntas eran las que no me dejaban dormir durante la noche. Hacía 2 días que Pedro estaba durmiendo en el sillón, las cosas estaban realmente mal.




Era un lunes a las doce del mediodía.
-Pedro ¿podes llevar a los chicos al colegio?-dice Paula.
Pedro sin contestar les habló a los nenes.
-Chicos, ¡vamos que llegan tarde! Male no te olvides del cuaderno y vos Ian ponete ya los zapatos.-dice Pedro apurando a los chicos.
-¿Papi hoy nos vas a buscar al jardín?-dice Malena dirigiéndose a Pedro.
-Si, vamos con mamá, ¿les parece?-dice Pedro mirando a Paula.
-Si, ¡genial!-dice Malena sonriendo.
-Pá ¿y después nos compras un helado?- dice Ian
-Si se portan bien en el jardín papá les compra.-dice Paula interrumpiendo la conversación.
-Tiene razón mamá, depende de cómo se porten, ahora vamos que llegamos tarde.-dice Pedro ya abriendo la puerta de entrada.
-Pedro hoy viene Luna de tarde a charlar, ¿vos vas al estudio?-dice Paula.
-Si dejo a los chicos en el jardín y me voy a trabajar.
-Bueno.
Los chicos saludaron a Paula y se fueron para el jardín.

A eso de las 4 de la tarde tocan timbre en la casa de Paula, era Luna.
-Pau, ¿cómo estás? ¡vení pasá!.-dice Paula saludando a Luna.
-Permiso, bien y ¿vos?-dice Luna ya sentándose en el sillón al lado de Paula.
-Acá ando, la verdad que no estoy al 100% pero bueno...-dice Paula.
-Me enteré que las cosas con Pedro no andan nada bien.
-Si, la verdad que estamos en un momento difícil  y se me hace complicadísimo poder disimular la tristeza que tengo adelante de los nenes, te juro que a veces espero que se vayan al jardín para poder llorar.
-Ay amiga, sabes que podes contar conmigo para lo que necesites-dice Luna.
-Si, yo sé que si, gracias.
-¿Pero se van a Carlos Paz pasado mañana no?
-Si, pensé en cancelar el viaje pero creo que nos va a hacer bien estar un tiempo solos.
-Seguro, allá van a poder hablar tranquilos el uno con el otro, traten de mejorar las cosas, por ustedes y por los chicos, porque deben estar sufriendo un montón.
-Si, los que más sufren acá son los nenes, y yo la verdad que lo que menos quiero es que tengan que vivir con padres separados, yo ya pasé por eso y se lo horrible que es, pero la verdad es que yo así no puedo más...-dice Paula triste.
-No entiendo lo que me queres decir Paula... ¿te queres separar de Pedro?-dice Luna mirando a Paula con asombro.
-No Luni, no sé, pasa que estar así también nos hace mal a los dos, estamos sufriendo horrores, voy a ver qué pasa en Carlos Paz y después veremos...
-Yo la verdad que no lo puedo creer... ¿y sabe Pedro de esto?-dice Luna.
-No, hace como 2 días que no hablamos fluido, la única que lo sabe sos vos.
-¿Paula vos lo seguís amando a Pedro?
-Si Luni, yo lo amo, pero no se... estoy confundida.
-Está bien, yo siempre voy a respetar tu decisión pero lo único que te digo es que no te dejes llevar por la angustia, te lo digo por experiencia, es un consejo de amiga.


Así estuvieron hablando un largo rato hasta que Luna se fue. Al ratito llegó Pedro del trabajo.
-¿Vamos a buscar a los chicos?-dice Paula.
-Si vamos.

Se subieron al auto y nadie pronunció ni una palabra hasta llegar hasta la escuela.
-Bajo yo-dice Pedro.


A los 5 minutos aparecieron los chicos con un helado en la mano.
Llegaron a la casa y  Pedro se fue a preparar la cena. Comieron, Ian y Malena se reían por todo y se molestaban entre ellos, mientras que entre Paula y Pedro había un ambiente tenso que ambos notaban.
Después de comer se fueron todos a dormir.
Pedro ya se había acostado en el sillón cuando aparece Malena.
-¿Qué  pasa mi vida?-dice Pedro.
-Papi, tengo miedo-dice Malena sentándose en el sillón.
-¿Por qué?
-Porque siento que mamá está llorando y tengo miedo de que le pase algo feo-dice Malena.
-¿Mamá está llorando?-dice Pedro.


-Si, la siento desde mi cuarto, ¿vos no la escuchaste?-dice Malena.
-No hija, escuchame, andá a tu cuarto y acostate, yo voy a ver qué le pasa a mamá ¿si?-dice Pedro.
-Bueno, ¿y me duermo?
-Si vos dormite tranquila.
-Bueno
Pedro le dio un beso a Malena y ella se fue a su cuarto cerrando la puerta del mismo.
Pedro no sabía si ir a la habitación, pero no dudó más y se levantó del sillón.
Era cierto, apenas cuando Pedro quedó a un metro de la puerta del cuarto pudo notar cómo se sentía a Paula llorar. Él abrió la puerta del cuarto y la vio sentada en la cama llorando desconsoladamente, ella levantó la cabeza, lo vio y  enseguida se paró de la cama y corrió a abrazarlo.
Pedro quedó duro, Paula lo estaba abrazando con una fuerza impresionante, él cerró la puerta con una mano y respondió al abrazo.


Luego de unos segundos Paula se apartó de él quedando a unos centímetros de su cara, puso sus manos en el cuello de Pedro y lo quedó mirando a los ojos.
-¿Sabes que te amo no?-dice Paula aún con algunas lágrimas en sus ojos.
-Si, yo lo sé, yo también, te amo Paula y no quiero que estemos así-dice Pedro.
-Ya se amor, pero es complicado-dice Paula.
Pedro fue acercando a Paula a la cama para que se sentara.
-¿Podemos hablar?-dice Paula.
-Amor tenemos una semana para hablar en Carlos Paz, vamos a estar solos, ¿no te parece mejor hablar del tema allá?-dice Pedro acariciándole la cara  Paula.
-Si tenes razón...
-¿Entonces porque seguís llorando?-dice Pedro.
-Nada, te extraño, mucho-dice Paula.
-Yo también te extraño.-dice Pedro acercándose a Paula.
Ambos se empezaron a besar hasta el punto de quedar acostados en la cama, la cabeza de Paula estaba en el pecho de Pedro y él le acariciaba la cabeza a ella.
-Tengo frio.-dice Paula.
Pedro se estiró un poco para alcanzar el acolchado y se tapó a él y a Paula.
-¿Vamos a dormir?-dice Paula.
-Bueno me voy a sillón...-dice Pedro.
-Vos no te vas a ningún lado, te quedas conmigo acá.-dice Paula abrazándolo con fuerza.
-Quería que me dijeras eso-dice Pedro.
-Te amo.-dice Paula riéndose.
-Te amo más mi vida.-dice Pedro apagando la lámpara de la mesa de luz.
Al otro día Paula se levanta y estaba Malena en el living mirando dibujos en la tele sola.
-Mi vida, ¿te despertaste tan temprano?-dice Paula.
- No tenía sueño.-dice Malena.
-¿Como dormiste?-dice Paula.
-Bien, ayer de noche te escuche llorar...-dice Malena mirando a su madre.
-¿Yo llorando?
-Si y papi fue a tu cuarto para ver qué pasaba.
-Ah, si tenes razón.
-¿Se pelearon con papi?-dice Malena un poco triste.
-No mi vida, con papito estamos muy bien juntos-dice Paula.
-Porque una amiga del jardín me dijo que sus papas se peleaban siempre y después de eso nunca más vio a su papá, yo no quiero que papá se vaya...-dice Malena
-No amor, papá se va a quedar con nosotros siempre, no se va a ir nunca.-dice Paula abrazando a Malena.
-¿Me lo prometes?
-Si, te lo prometo, te amo mucho.-dice Paula.
-Yo también mami.-dice Malena.
-Male¿qué te parece si vas a despertar a tu hermano y asustamos a papá?-dice Paula en voz baja.
-Si, voy a despertar a Ian.
A los dos minutos aparecieron los dos en el living.

Ian se fue a jugar con unos muñecos y Malena se fue a peinar, mientras Paula se acostaba de nuevo al lado de Pedro.


-Mañana nos vamos.-dice Paula emocionada.
-Pensé que se te habían ido las ganas.-dice Pedro evitando su mirada.
-Puede ser, pero volvieron.-dice Paula.
-Ah bueno, mejor.-dice Pedro
-¿Qué te pasa?-dice Paula.
-No me pasa nada.-dice Pedro serio.
-¿Ya estás de mal humor de nuevo?-dice Paula un poco enojada.
-¿Que decís Paula?-dice Pedro.
-No se te puede ni hablar. Mirá la cara que tenes, por lo menos ponete un poquito contento que te vinieron a despertar tus hijos...
-Bueno Paula, la que me parece que está de mal humor sos vos.-dice Pedro.
-Al final no se te puede decir nada...-dice Paula levantándose de la cama y yéndose al living.


-¡Pedro! voy a llevar a los chicos al colegio.-dice Paula
Pedro no contesto.
-Bueno vamos....-dice Paula abriendo la puerta de entrada.
Paula llevó a los chicos al colegio y se fue para la empresa. Al llegar se encuentra con Luna que estaba sentada en su escritorio.
-Paula¿cómo andas?-dice Luna
-Bien, recién llevé a los chicos al colegio ¿vos?
-Bien, hoy por suerte no viene el jefe así que vamos a estar más libres.
-Buenísimo, porque la verdad que no tengo ganas de nada.-dice Paula.
-¿Qué pasa? ¿Sigue todo mal con Pedro?-dice Luna acercando su silla al escritorio de Paula.
-No se Luni, ayer nos reconciliamos, estaba todo bárbaro y hoy de mañana empezó con su mal humor de vuelta, la verdad que ya no sé lo que voy a hacer...
-Decime que vas a ir mañana...
-No sé...
-Anda
Paula no contesta.
-Es la oportunidad para arreglar todo, allá no van a estar pendientes de los nenes, si tienen que gritar pueden gritar sin tener que preocuparse, arreglen sus problemas allá, estoy segura que van a terminar bien.
-Es lo que espero.
-Bueno amiga me voy a terminar unos diseños que tengo que mandar a una tienda del shopping para ver si les gusta.
-Buenísimo, ojalá lo acepten.
-¿Cómo andan esos llamados para publicidad?-dice Luna
-A mí no me llaman más, me llaman por Malena, pero no quiero que empieza desde tan chiquita a estar en la tele, me parece un poco exagerado.
-Pero Pau la nena es divina, preguntale si le gusta, se le van a abrir un montón de puertas, además si sigue así va a ser como la madre.-dice Luna riendo.
-Tengo que analizar bien todo... es decir...Tengo que hablarlo con Pedro.
-¿Eso es lo complicado no?
-Últimamente todo lo que tiene que ver con Pedro es complicado.-dice Paula fijando su vista en el monitor de la computadora.

Luego de terminar su horario de trabajo Paula fue a buscar a los chicos al colegio.
Cuando llegó salió la maestra de Malena y llamó a Paula.
-Hola Paulita ¿como estas?-dice la maestra.
-Hola Dorita, ¿muy bien y usted?-dice Paula.
-Bien, la verdad que agotada.-dice Dorita.
-Si, me imagino.
-Pau te llamé porque quiero hablar contigo, sobre un tema importante, ¿tenes un ratito?
-Si, ¿pero los chicos donde están?
-No te preocupes les dije que jugaran un ratito más en el patio.
-Ah bueno.
-Vení vamos a la sala de maestros que vamos a estar más tranquilas.

Paula siguió a la maestra hasta la sala.
-Vení sentate.-dice Dorita
-Permiso.-dice Paula.
-Bueno Paula, la verdad que es un tema del que me cuesta hablar, digo porque no es de mi incumbencia  pero lamentablemente es sobre Malena, y ella está en mi clase así que tengo que preocuparme.
-¿Que pasa Dorita? no me asuste...
-No, quedate tranquila que no es para asustarse...
Paula dejó salir un suspiro.
-Mirá... la verdad que últimamente a Malena la siento rara, está triste, no tiene ganas de hacer nada, en el recreo se queda sola en la clase mirando libritos, y la verdad es que me preocupa... no solo por eso, porque sé que el tema está en la casa, lo único que me ha dicho es " mis papas se pelean", y la verdad que cuando me dijo eso se me partió el corazón.

Paula dejó caer unas lágrimas que tenía guardadas desde la mañana.

-Paula sabes que aunque no tengamos una gran amistad podes contar conmigo, tengo unos cuantos años más que vos y se de este tema, he tenido muchos niños en estas circunstancias,  no digo que yo fuera una mediadora de parejas pero quiero que sepas que podes contar conmigo.
-No te das una idea de lo que me duele verla así, y sé que la culpa está en nosotros, en Pedro y en mi, te voy a decir la verdad... últimamente con Pedro las cosas están realmente mal, nos peleamos por cualquier cosa, yo no sé qué hacer ya... a mí me duele muchísimo discutir, pero lo que más me duele es ver a los chicos mal, Ian no se da mucha cuenta, pero Malena si, y más con lo que me acabas de decir... la verdad que no lo puedo creer.
-Pau yo lo que creo que tenes que hacer es hablar con Pedro, hablar de  esto que le está pasando a Malena, pero no solo por los chicos por ustedes también, yo sé que vos lo seguís amando... sino no llorarías...
-Mañana nos vamos a Carlos Paz con Pedro y dejamos a los chicos con mi mamá... espero que esto ayude.
-Quedate tranquila que estoy segura que estar un tiempo solos les va a hacer bien.
-Gracias Dorita.
-No Pau, estoy para lo que necesites.
-Gracias en serio.

Paula se arregló un poco el maquillaje, se secó las lágrimas y salió al patio a buscar a los chicos.
-¡Má! -dice Malena abrazándola.
-Hola mi chiquita, ¿cómo estás?-dice Paula.
-Bien, ¿de que hablaron con la maestra?
-De lo bien que te portas.
Malena se rió.
-Bueno chicos vamos al auto que tenemos que ir a lo de la abuela.
-¿Hoy?-dice Ian
-Si ¿no se acuerdan que mañana papá y mamá se van de viaje y se tienen que quedar con la abuelita?
-Ah sí...-dicen los nenes.

Los chicos se suben al auto y se van para la casa.

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