IMPORTANTE: Esto es una historia ficticia, cualquier relación o semejanza con la realidad de Pedro y Paula es pura coincidencia.
Aclaro esto por acontecimientos sucedidos anteriormente.
GRACIAS, silvina.

domingo, 16 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 166 - Mi historia


Este capítulo no lo cuenta ni Pedro ni Paula, este capítulo de mi vida lo cuento yo, Silvina.

Bueno, ¿Qué decirles? Primero que nada, gracias por acompañarme en estos… dos años, leyendo, imaginando y soñando conmigo.
Escribir esta novela me hizo muy bien, era una de las formas que tenía de alejarme del mundo externo y concentrarme en mi misma, amo escribir y nunca voy a dejar de hacerlo. 
Empecé a escribir esta historia cuando Pedro y Paula se separaron, como estaba triste pensé que creando mi propia historia me podía sentir mejor, y funcionó, cuando volvieron dejé un poco abandonada la novela, por el colegio y por el simple hecho de que como habían vuelto no necesitaba imaginar nada, por llamarlo así. Después me di cuenta que escribir me hacia realmente bien, y empecé de nuevo.
Básicamente esto, ustedes siempre me ayudaron a seguir adelante, con sus consejos y mensajes, agradezco a cada uno de ustedes, a los que me acompañaron desde el principio y a los que se fueron sumando hasta el día de hoy, porque sin ustedes esto no sería posible, por más bobo que parezca.
Traté de expresarme de la mejor manera posible, los primeros capítulos son un poco bobos, como les digo yo, los encuentro sin sentido cuando los leo, pero a medida de que pasó el tiempo creo que mejoré, siempre quise saber si se imaginaban la historia tal cual yo me la imagino...pero es algo casi imposible.
GRACIAS, gracias por acompañarme en estos años. GRACIAS! Espero poder seguir escribiendo porque es algo a lo que me quiero dedicar a futuro, y a los que todavía no leyeron la novela y están leyendo esto les digo que se sumen, que la lean y que dejen volar su imaginación, porque es algo hermoso, imaginar sin límites es lo que mejor que podemos hacer.

GRACIAS!  Si ustedes quieren puedo escribir otra novela, basada en Pedro y Paula o en otra cosa diferente, ustedes eligen, ustedes son los que leen.

GRACIAS OTRA VEZ. Silvina.

Abrí una encuesta a la derecha, ahí ustedes pueden votar por la novela que prefieran !  ♥
Porque esto siempre CONTINUARÁ....


sábado, 15 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 165 - El poder del amor

CUENTA PEDRO:

El amor... el amor si supera el tiempo y la distancia es amor verdadero. Desde la primera vez que la vi supe que era la mujer de mis sueños, la mujer que quería que me acompañara durante toda la vida. En este momento era maravilloso saber que entre nosotros todo seguía igual, o mejor, y que nada entre nosotros había cambiado, no había nada más hermoso que sentir sus besos y caricias otra vez. El destino siempre había tenido algo guardado para nosotros, eso estaba claro...
Una semana complicada, después de esa noche, es decir, al otro día, todo era un revuelo, la familia de Verónica estaba preocupada y hasta indignada, con la única persona que no hablé fue con ella, aparentemente se lo había tomado con calma y tranquilidad.
Nuestras familias, tanto como la de Paula como la mía, ya se habían enterado de nuestra reconciliación, al igual que los chicos, estaban todos tan contentos .. ¿que más podía pedirle a la vida? tenía absolutamente todo, me sentía feliz, con el corazón tranquilo, fuera de problemas.

Ya habían pasado unos días, era 24 de diciembre a las 00.00 horas, estaba mi familia, la de Paula, todos mirando al cielo, observando ese espectáculo de fuegos artificiales. Ya habíamos vuelto a nuestra antigua casa, los chicos obviamente estaban mucho más contentos acá que en el apartamento. Seguíamos allí, yo en mi caso abrazando a la mujer de mi vida y cada tanto le daba un beso demostrándole mi amor incondicional. Ella solo sonreía, sus ojos brillaban como la primera vez que la vi, nuestra conexión seguía latente y cada tanto se volvía más poderosa.

CUENTA PAULA:

Me sentía tan alegre... hacía dos años estaba pasando la peor navidad de mi vida, de solo recordarla me venía una angustia fatal, pero lo miraba a él y caía en mi realidad, en mi presente, en cuanto lo amaba. ¿Podría existir algo así, tan fuerte? No me alcanzaba un "Te amo" para demostrarle mi amor, no, necesitaba otra cosa, nada de palabras, solo hechos, acciones. Sus ojos, iluminados por los fuegos artificiales, sus ventanas al alma, a su corazón, a sus sentimientos, todo era tan puro entre nosotros...
Los chicos ansiosos por abrir los regalos reían y se asustaban con los ruidos, nosotros nos reíamos y nos mirábamos.

4 SEMANAS DESPUÉS.

CUENTA PEDRO:

Estaba jugando a la play con Ian, en el living, mientras Giuliana jugaba con Moro y con algunas muñecas. Paula por su parte estaba en el baño, quien sabe haciendo que...
Al rato siento un grito, era Paula que me gritaba desde la habitación, lo deje a Ian solo un segundo y fui bastante rápido a ver que pasaba. Cuando llegué a la habitación  no había nadie, me senté en la cama, la puerta del baño estaba cerrada así que supuse que estaba allí adentro. Mientras estaba sentado en la cama vi algo extraño debajo del mueble, me levanté y me acerqué. Cubierto de polvo levanté lo que parecía ser un libro, lo sacudí un poco y le pasé la mano. Sinceramente me emocioné, sentí como la piel se me erizaba, miré ese libro otra vez hasta que sentí un ruido. La puerta del baño se había abierto, y ella salió sonriendo con un insignificante objeto entre sus manos que marcaba dos rayitas. Vi como corrían lágrimas de emoción sobre su rostro, mi miró y me dijo:
-Pedro, estoy embarazada!
Le sonreí, la sonrisa más pura que podía existir en este momento, me acerqué hasta ella y la abrace. Solté el libro que tenía entre mis manos, dejándolo caer sobre la cama, ella se dio vuelta, lo vio, lo agarró, leyó su titulo y me sonrió, ambos pensábamos lo mismo.
Ese libro, ese libro que llevaba el título de nuestra vida, era tan cierto... "El poder del Amor", el amor lo podía todo, nuestro amor lo pudo todo, cruzó barreras, corazones, momentos difíciles... pero siempre lo llevamos adelante, el poder de nuestro amor había sido el mayor de todos, estábamos tan felices que lo único que hacíamos era sonreír y mirarnos.
Nuestro amor es y será invencible.

FIN

Éste es el fin de SU novela, aún queda un capítulo más de MI novela, así que podemos decir que esto... CONTINUARÁ... mañana subo el capítulo que falta.
Dejen sus comentarios

"El poder del Amor" Capítulo 164 - Te amo por lo que sos

CUENTA PAULA:
Mirarlo, volver a nacer, me sentía plena con él al lado, sin problemas ni preocupaciones, cada uno con sus sentimientos y emociones, estábamos unidos, nuestros cuerpos seguían conectados, extrañaba sus besos, sus caricias, su todo. Al rato terminamos en la cama, no se como, yo tenía mi cabeza apoyada en su pecho y el me acomodaba el pelo a su gusto, como solíamos hacer hacía un tiempo atrás. Lo miraba embobada, teníamos casi 38 años, pero parecíamos aquellos jóvenes de hacía 6 años atrás. El amor no tiene edad, lo miraba y sabía que íbamos estar toda la vida juntos, lo amaba tanto, no me importaba nada, estábamos solos con el mundo y por un minuto pensé "Soy la persona más feliz del mundo" era la realidad, ¿que más podía pedir? tenía todo lo que quería, una familia, una casa, trabajo, el hombre de mis sueños, salud, todo.


CUENTA PEDRO:
Estaba con ella, estaba como quería estar, mi cabeza estaba alejada de todo, del mundo y de los problemas, ahora lo único que me importaba era amarla, para siempre. Sabía que había dejado a 200 personas esperando preocupadas, pero sinceramente no me importaba, también sabía que en cualquier momento iba a empezar a sonar el celular con reclamos, llantos, gritos o felicidades, si felicidades, había mucha gente que quería esto para mi, todos sabían que yo estaba enamorado de Paula, ¿pero que pasaba conmigo? ¿no me había dado cuenta de lo mucho que la amaba?.

La miré a Paula, ella tenía los ojos cerrados, la veía feliz, ya no lloraba, por un minuto pensé en Verónica, no era que la extrañaba ni nada de eso, pero me daba lástima, dejarla "tirada" en la Iglesia, pero yo sabia que ella me entendía, ella sabía que mi corazón siempre había estado con Paula, pero ella siempre me había bancado, trató de hacerme olvidar a Paula, pero fue imposible.

Nos quedamos completamente dormidos.

CUENTA PAULA:
Me desperté enseguida miré a mi lado, estaba nerviosa, pensaba que había sido todo un sueño, pero al verlo ahi, junto a mi, con sus ronquidos y su pelo revuelto dejé salir un suspiro y sonreí. Pensé en los chicos, ¿donde estaba? fue ahi cuando agarré el celular y le mande un mensaje al padre de Pedro, si, los chicos estaban con él, otra vez suspiré aliviada y me dejé caer otra vez sobre la almohada. Estaba como quería estar, estaba feliz, todo parecía transcurrir lento, el tiempo se convertía en amor, al mirarlo lo único que hacia era sonreí como una nena. Sentí como Pedro bostezaba, enseguida lo miré, cruzamos miradas, él me sonrió.
-Buen día...-me dijo.
Solo me acerqué a él y lo abracé.
-Estás mimosa?.-me dijo.
-No, estoy feliz de que estés acá conmigo!
-Yo también.
-Perdoname.-le dije.
-Porqué amor?
"Amor" como extrañaba sentir eso....
-Por ser tan boluda, todo lo que pasó es mi culpa...si yo te hubiera perdonado estaría todo bien...-le dije.
-Paula, acá la culpa no es de nadie, y de última sería mía... yo te tengo que pedir perdón, por fallarte tantas veces!
-No gordi, está todo bien...
-Te prometo que voy a cambiar...
-No amor, yo no quiero que cambies, te amo así, te amo por lo que sos... yo me enamore de este Pedro, no quiero que cambies...
-Pensé que querías que cambiara...
-No amor, te amo así, no me importa nada ahora, solo quiero amarte y nada más, estar contigo...
-Te amo tanto...-me dijo
Me acerqué y lo besé, como hacía tanto tiempo que no hacía.

CONTINUARÁ... últimos capítulos

viernes, 14 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 163 - Nuestra conexión

CANCIÓN:  http://www.youtube.com/watch?v=bnfRq69nKEA

CUENTA PAULA:
¿Quien podría ser? enseguida pensé en el portero, me sequé las últimas lágrimas que recorrían mi rostro, no encontraba las llaves, ¿donde estaban? busqué en  la mesa, en el mueble, hasta que al final las encontré en el sillón, abrí la puerta. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, quedé inmóvil, sin palabras, lo tenía frente a mi, tenía al amor de mi vida enfrente, seguía sin decir nada, no tenía palabras, no tenía acciones.

CUENTA PEDRO:
Toqué timbre, no abría nadie, estuve a punto de irme, pero sentí un ruido así que decidí quedarme, abrió la puerta, ¿Que iba a decirle? creo que era obvio lo que había pasado, no iba a ir a la casa para avisarle que ya me había casado, no, la respuesta era obvia.

CUENTA PAULA:
¿Que iba a decirme? lo tenía ahí  vestido con un traje, la corbata desarreglada, algo despeinado, era hermoso, sentí como las lágrimas volvían a salir de mis ojos, pero esta vez no eran lágrimas de tristeza ni de dolor, no, eran lágrimas de felicidad, seguíamos los dos mirándonos, el tiempo parecía eterno, pero solamente habían pasado unos segundos desde que había abierto esa puerta. Lo miré, le sonreí, él hizo lo mismo y estiró sus brazos como diciendo "estoy acá, no me casé". Pero tenía que estar segura...
-¿Que haces acá Pedro?.-le dije.
-Vine a decirte que...
Lo quedé mirando, estaba esperando que me dijera eso... sabía lo que iba a decir, lo sentía.
-Que te amo Paula, quiero estar con vos porque te amo, porque te extraño y no puedo vivir sin vos...-me dijo emocionado.
Enseguida se me vinieron a la cabeza los años te tristeza que había vivido, todo lo que había llorado, todo lo que había sufrido, pero ahora todo se concentraba en este momento, ¿que le iba a decir?. Sin pensarlo me acerqué a él y lo abrace, llorando, estaba tan feliz, de tenerlo conmigo, de sentirlo.
-Te amo.-le dije aún abrazándolo.
Él tomó mi cara con sus manos, lo tenía a centímetros, quedamos enfrentados, pero ahora sin problemas, otra vez, sentía su respiración, sentía su corazón, podía sentirlo todo, nuestra conexión, otra vez, estaba intacta.
Se acercó a mi rostro aún más y rompimos ese espacio que existía entre nosotros, sus labios se encontraron con los míos, cerré los ojos, hacía tanto tiempo que no sentía algo tan puro, tan hermoso, nuestro cuerpos se conectaban, me fue llevando hasta adentro del apartamento, cerró la puerta, sin dejar de besarnos llegamos al sillón, de pronto todo se detuvo, necesitaba mirarlo a los ojos, le sonreí, ahí fue cuando me di cuenta que el amor era la llave a la felicidad, teniendo al hombre que amaba al lado era feliz, él era la persona correcta para enamorarme, con sus mil defectos que me enamoraban aún más. Continuamos con ese beso que parecía infinito, soñado, en cada una de mis acciones era sincera con él, y él conmigo, ambos queríamos estar así. Ahí entendí aquella frase que decía "El amor como meta más grande y única que puede alcanzar el ser humano" si, era verdad, sentir el amor de una persona y amar a esa persona era algo indescriptible, algo imposible de definir, me llenaba el alma, me sentía pura.

CONTINUARÁ....


"El poder del Amor" Capítulo 162 - El sentido de mi vida

CANCIÓN: http://www.youtube.com/watch?v=Bz79gr-NyNU

CUENTA PAULA:
Seguía mirando el cielo, despejado, no había ni una sola nube, un gran silencio sobre la ciudad, algo extraño,   algunas lágrimas recorrían mi rostro, fracasé otra vez, todo era mi culpa, era mi culpa haber perdido al hombre de mi vida, era mi culpa que mi familia sufriera, que mis hijos sufrieran, que yo sufriera y hasta que él sufriera. Él seguramente iba a empezar una vida nueva, se iba a olvidar de mi completamente, por un lado quería que él fuera feliz, pero por el otro quería que su felicidad fuera yo a su lado. Entré nuevamente al apartamento, cerré la ventana, ¿que quedaba por hacer? ¿seguir sufriendo? ¿seguir llorando? encontrarle sentido a mi sufrimiento, pensar en que disparate estaba pensando cuando dije que me quería separar, ¿por qué pensamos que las cosas podían ser mejor así? era un gran error, mi vida se había desplomado desde aquel 17 de diciembre.
Me senté nuevamente en el sillón, dispuesta a ver otra película, que me alejara del mundo.

CUENTA PEDRO:
Estaba en el auto, algo nervioso, ¿Por qué tenía que llegar hasta este punto para entender que nunca la había dejado de amar? ella era mi vida, mi batería, mi cable a tierra, era mi todo, mi mundo, mi corazón, mis ganas de vivir. La calle estaba desierta, no había nadie, solo algunas personas que salían con botellas de cerveza, sin sentido alguno, o tal vez sin encontrarle un sentido a la vida, yo lo había encontrado, hacía ya casi 6 años,  desde que la vi en aquel kiosko, desde que nos besamos la primera vez, desde que vi sus ojos brillar, yo sabía que ella era el sentido de mi vida. A veces pensaba como se podía amar tanto a alguien... no había respuesta a eso, por lo menos yo no la tenía, tampoco la buscaba, la amaba, era mi vida, punto.
Estaba casi a cuatro cuadras de la casa de Paula, en Las Cañitas, pensé en que iba a decirle, pero creía que no harían falta palabras, solo hechos.

CUENTA PAULA:
Seguía en el sillón, llorando, ya se había vuelto una costumbre, eran casi las once de la noche, la fiesta seguro ya había empezado, y yo acá como una fracasada llorando por mi ex marido. Sonó mi celular, me paré, fui hasta la mesa y lo tomé, leí el mensaje, era Zaira.
Zaira: como estás?
Paula: Bien gordita, gracias
Zaira: bueno, me alegro, me voy a dormir, mamá ya está mejor, te quiero mucho!
Paula: Gracias por todo! te quiero muchísimo más!

Dejé el celular en la mesa, me pasé la mano por mi rostro, tratando de sacar algunas lágrimas que seguían cayendo, fue ahí cuando mi corazón se detuvo por un instante, alguien tocó timbre.

CONTINUARÁ....dejen comentarios ÚLTIMOS CAPÍTULOS

jueves, 13 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 161 - La persona equivocada

CUENTA PEDRO:
Miré al cura, mi cara se había deformado totalmente, Verónica me miró preocupada, la miré a ella y luego al cura, miré a mi alrededor, ¿que estaba haciendo ahí  la gente esperaba un si como respuesta, habían más de 200 invitados mirándome, esperando mi decisión, la miré a Verónica nuevamente, que ya estaba con los ojos vidriosos, ella sabía muy bien lo que me pasaba a mi, y también sabía que me entendía, era tan buena conmigo, no quería defraudarla. Miré a mis hijos, que enseguida me sonrieron, pensé en ellos, bajé la cabeza, le tomé la mano a Verónica, la miré a los ojos y le dije:
-Perdoname, no puedo.-le dije.
Ella simuló un "si" con la cabeza, miré nuevamente a toda la gente que miraba con cara de susto, de preocupación y hasta algunos tenían cara de querer matarme, vi a Hernan, que enseguida me sonrió, sabía que estaba haciendo lo correcto, vi como se retiraba de la iglesia, la miré a ella nuevamente, ahora con algunas lágrimas en su rostro, miré a mi padre que me miraba con cara de comprensión, toda mi vida se detuvo en este momento, sentí como el corazón se me aceleraba, me costaba respirar, el silencio se interrumpió con las palabras del cura:
-Le pregunto nuevamente, acepta por esposa a Verónica para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe?.
Miré hacia el techo, como si allí estuviera la respuesta.
-No puedo.-dije soltándole la mano a Verónica.
La miré nuevamente.
-Perdoname, pero no quiero que sufras por mi, no quiero hacerte mal...
Algunos familiares se pararon, trataron de detenerme pero no lo lograron, salí casi corriendo de la Iglesia, tal cual las películas de Hollywood, con la diferencia de que esta era mi película, la película que tenía que tener un final feliz. Cuando salí de la iglesia Hernan se acercó a mi.
-Estoy muy orgulloso de la decisión que tomaste!.-me dijo dándome unos golpecitos en el hombro.
-Necesito un auto, necesito ir a verla!.-dije nervioso y alterado.
-Tomá, no te preocupes yo me voy en taxi.-me dijo dándome sus llaves.
Ni lo pensé y las tomé, me subí al auto, traté de organizar mis pensamientos, estaba feliz, estaba contento de la decisión que había tomado.


CUENTA PAULA:
Seguía sentada en el sillón, la película no había terminado aún, mi vida si, ya estaba todo perdido, se me cayó una lágrima, me paré y fui al balcón, miré al cielo, como si la respuesta a todos mis problemas estuviera ahí  como si esto pudiera cambiar mi vida. Siempre creí en la frase que dice "Lo que sucede conviene" pero... esto convenía?, ¿convenía sufrir tanto? sufrir por amor, no había remedio para esa enfermedad, el olvido, pero olvidar a la persona que fue tu vida en un momento y lo seguía siendo, en mi caso.
La gente dice que para encontrar la felicidad hay que encontrar a la persona equivocada y que con las malas experiencias aprendemos a vivir, a no cometer los mismos errores, a tomar nuevos caminos...pero Pedro era la persona equivocada? Dios siempre lo abría querido así? que termináramos mal?.
Miraba hacia la vereda de enfrente, gente que caminaba sin rumbo alguno, como yo, otros que iban apurados quien sabe a donde y otros que iban con el amor de su vida al lado. El amor lastima, siempre, pero a veces es mejor sufrir que estar con la persona equivocada.


CONTINUARÁ...ultimos capítulos DEJEN COMENTARIOS.

"El poder del Amor" Capítulo 160 - ¿Estaba todo dicho?

CUENTA PAULA:
Entre tanto trabajo se hicieron las 19.00, me levanté del sillón, dejé la laptop sobre la mesa y me fui a la habitación para aprontar a los chicos.
Al rato ya estaban prontos, estaban tan lindos, sus caritas angelicales, tan inocentes, me sentía culpable de cada lágrima que habían derramado por nuestra culpa, los miraba y solo tenía ganas de abrazarlos y de pedirles perdón por todo. A los cinco minutos tocaron timbre  era Horacio, el padre de Pedro, abrí la puerta y lo saludé.
-Paula! tanto tiempo, como estás?.-me dijo.
-Bien, dentro de todo...-le dije riéndo.
-Los chicos?
-Ya están prontos, están divinos...
-Me imagino, vas a estar bien vos?.-me dijo.
-Si, eso creo.
-Sabes que yo también preferiría que la esposa fueras vos no?
Le sonreí, no tenía nada que decir, yo pensaba igual que él, pero bueno, ya era tarde.
Enseguida vinieron los chicos corriendo me dieron un beso y se fueron para el casamiento.
Me senté en el sillón, traje una pizza que tenía en la heladera, puse una pelicula y traté de olvidarme de todo, al rato sonó el teléfono.
-Hola?.-dije.
-Hola, Pau?.-me dijo Zaira
-Hola gordi, donde estás?
-En casa, vos?
-Como que en casa? y el casamiento?
-No fui Paula
-Como que no fuiste Zaira? y Hernan?
-Hernan fue con Rodrigo, le dije no me parecía correcto ir, es decir yo no tengo ninguna relación con Pedro...
-Ay Zai, lo hubieras acompañado!.-le dije.
-No Pau, pensé en vos... no me iba sentir cómoda sabiendo que mi mejor amiga está sufriendo.
-No estoy sufriendo...
-Segura? no te creo...
No dije nada.
-Queres que vaya para tu casa?.-me dijo.
-No te molesta?
-No gordi, voy un ratito, porque después me tengo que ir a lo de mamá.
-Si no te preocupes.
Eran nueve menos cuarto, faltaban quince minutos para que empezara el casamiento, tocaron tiembre, era Zaira.
-Hola amiga.-le dije
-Hola Pau, como estás?
-Bien, vení pasá!
-Ah pero quedó hermoso el apartamento, ya me había olvidado de lo lindo que era.-me dijo mirando a su alrededor.
-Queres tomar algo?
-No, gracias.
Nos sentamos en el sillón.
-Gracias por venir...-le dije
-Segura que estás bien?.-me dijo.
Simulé un "si" con la cabeza, la bajé, me sentía tan ridícula estando enamorada de alguien que no sentía lo mismo por mi.
-Pau, yo sabía que esto iba a pasar, ustedes no se tendrían que haber separado.
-Zai, no ayuda que digas eso...
-Si, tenes razón, perdón, pero... vos que sentís por él, seguís enamorada?
-Zaira, ese pibe es mi vida entera, lo necesito, de solo pensar que en este momento está dando un "si" se me rompe el corazón, no lo quiero perder, no lo quería perder, ahora ya es tarde.
-No es tarde Pau, andá a la Iglesia...
-Vos estás loca Zaira? no quiero dejarlo ir, pero tampoco quiero que el deje su felicidad de lado por mi culpa.
-Vos te pensas que él va a ser feliz con esa mina al lado?
-Me dijo que estaba enamorado...
-Paula, él está en la misma de que vos, hace lo que puede para olvidarte, no puede, está enamorado de vos...
-Como sabés?
-Mi novio es su mejor amigo, no te acordás?
-Vos decís?
-Si gordita.
-Bueno, pero ahora ya está, ya fue...
En eso suena el teléfono de Zaira, ella se levantó y empezó a recorrer la casa con el celular en la mano, cortó.
-Pasó algo?
-Si, mamá se siente un poco mal, me voy a tener que ir Pau.
-Si, no te preocupes, queres que vaya con vos?
-No, no te preocupes, cualquier cosa te llamo, vas a estar bien?
-Si
Por qué todo el mundo me preguntaba si iba a estar bien? ya estaba harta de todo, tenía ganas de ir a esa maldita fiesta y decirle, gritarle en la cara que era el hombre de mi vida, enseguida me imaginaba como una loca en el medio de toda la gente y estos mirándome con cara de desubicada, como siempre.

CUENTA PEDRO:
Ya estaba en la Iglesia, toda la gente estaba pendiente de la novia, ella ya estaba entrando por la puerta principal, yo la miraba, ella me sonreía y yo básicamente no hacía nada, solo la miraba, aunque en mi cabeza tenía muchísimas cosas, sentía como me sudaban las manos, estaba nervioso, sentía que esta decisión iba a ser definitiva, es decir que iba a tomar un rumbo en mi vida...
Ella ya estaba a mi lado, al mismo tiempo me imaginaba a Paula entrando por esa puerta, deteniendo todo, pero también la conocía, sabía que eso no iba a pasar, acá el que tenía que elegir era yo, sonaba feo "elegir" pero era así, era la verdad.
En ese instante me di cuenta que ya estaba perdido, pero aún quedaba una posibilidad, sin darme cuenta el cura ya le estaba preguntando a Verónica si me aceptaba como esposo, obviamente dijo que si, me miró con su cara de enamorada, con su hermosa sonrisa yo le sonreí y fue ah cuando la pregunta se me hizo a mi.
-Pedro Alfonso, acepta por esposa a Verónica para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe?
La miré y le sonreí, ¿estaba todo dicho?

CONTINUARÁ... DEJEN COMENTARIOS, ULTIMOS CAPÍTULOS.

"El poder del Amor" Capítulo 159 - Cuando todo parece estar perdido

CANCIÓN:  http://www.youtube.com/watch?v=pY9b6jgbNyc

CUENTA PAULA:
15 de diciembre, hoy era el día, hoy era su día y para mi uno de los peores. Estaba sentada en el balcón del apartamento. Si, ya nos habíamos mudado a Las Cañitas con los chicos, la casa era perfecta, no tanto para ellos, pero para mi era genial, aunque a veces me hiciera recordar todo lo que habíamos vivido con Pedro acá. Cuando lo conocí, en aquel kiosko, el día que cambió mi vida, para siempre, soñaba con tenerlo conmigo, abrazarlo, y decirle cuanto lo amaba, si, lo seguía amando como la primera vez, o aún más, tenerlo lejos me había hecho pensar mucho, tanto en él como en mi, y llegué a la conclusión de que mi vida sin él no era nada, pero por más que doliera me tendría que ir acostumbrando, si, lo había perdido ya hacía mucho tiempo, pero hoy, hoy realmente lo iba a perder, quizás para siempre.
En este momento solo soñaba con su arrepentimiento, con que viniera y me dijera "Paula, te amo" o "no te quiero perder" pero sabía que en realidad esto era lo que quería yo, no sabía lo que quería él, no sabía si estaba realmente enamorado de esa mujer.

Eran las doce del mediodía, los chicos seguían durmiendo, como de costumbre, aproveché para hacer el almuerzo, teníamos que hacer todo temprano, a las nueve empezaba el casamiento, el padre de Pedro iba a pasar a buscar a los chicos a las ocho, ya tenía el vestido de Giuliana pronto y la ropa de Ian también. Estaba en unos de esos momentos en donde me preguntaba como se sentían ellos, que pensaban de todo esto, ¿se lo estaban tomando en cerio? ¿sabían lo que significaba un casamiento? no se, las cosas con ellos habían mejorado, Giuliana había mejorado mucho en el colegio y Ian también, ya habían superado este problema, o al menos eso creía yo.

Fui a levantar a los chicos para comer, ya sentados en la mesa, Ian me mira...
-Má, vos venís con nosotros hoy no?.-me dijo Ian.
-No amor, yo no voy, van con el abuelo...
-Por qué no venís?.-me dijo Giuliana con cara de tristeza.
-Porque no amor, es el casamiento de tu padre...-le dije
-Estás triste?.-me dijo Ian.
-No amor...-le dije bajando la cabeza.
Claro que estaba triste, ahí fue cuando pensé, ¿mi tristeza se nota?. Terminamos de comer, los chicos se fueron a jugar mientras yo arreglaba algunas cosas del trabajo, todavía no me habían dado vacaciones, esperaba que fuera pronto porque estaba cansada, el año que viene nos esperaban 4 desfiles importantes y ya había que empezar a preparar todo con tiempo.
Estaba nerviosa, como si yo fuera la novia, pero no, no lo era, era eso lo que me ponía nerviosa, no ser nada para él. La última charla que tuvimos fue en el cumpleaños de Giuliana, tenerlo ahí, tan cerca y que me dijera que estaba enamorado de Verónica, o por lo que había entendido, me había puesto realmente mal. Obviamente esto era mi culpa, yo lo había apartado de mi, acá la que lo echó fui yo, tenía que pagar las consecuencias, si, obvio, ambos habíamos decidido separarnos... pero si yo lo hubiera perdonado las cosas no estarían así, capaz que seguíamos con nuestras discusiones de siempre, pero por lo menos estaríamos juntos.

CUENTA PEDRO:
Era hoy, no sabía si era el día más importante de mi vida o el peor de todos, le había pedido casamiento a Verónica porque sus padres me estaban presionando, ojo, no piensen mal, la familia de ella era increíble  y ella también, eran muy buenas personas, Verónica era muy buena madre, lo demostraba cada vez que venían mis hijos a casa, los cuidaba muy bien, pero yo sabía diferenciar las cosas, la madre de ellos era Paula, de eso no había duda, nunca las iba a confundir o hacerles creer a los chicos que Verónica era su segunda madre, no, la única era Paula.

Miraba por la ventana, miraba a la gente pasar, todos caminaban tranquilos, sin prisa, como los envidiaba, yo estaba completamente distinto a ellos, estaba nervioso, ansioso, tenía miedo de mi elección.

CONTINUARÁ... ÚLTIMOS CAPÍTULOS.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 158 - Nada por mi

Él apoyó su cabeza en mi frente, quedamos los dos enfrentados, él con sus problemas y yo con los mios.
-Te puedo preguntar algo?.-le dije.
-Decime.-me dijo.
-Estás enamorado de ella?
No dijo nada, cerré los ojos, comprendía todo.
-Perdoname.-me dijo y me abrazó.
-No tenes que decime nada, quiero que seas feliz, es lo que me importa.
-Yo también quiero que seas feliz...

-Preocupate por vos Pedro, de mi estado me encargo yo.
-Vas a estar bien?.-me dijo.
Simulé un si con la cabeza, obvio que no, estaba enamorado de esa chica, eso significaba que ya no sentía nada por mi? no se, pero sentí como se me caía mi vida en pedazos, otra vez.
Me fui caminando para el salón, me secaba las lágrimas en el camino, cuando llegué mi familia ya había llegado por suerte, me senté a hablar con ellos y a comer algo. A eso de las 17.00 terminó el cumpleaños, Giuliana estaba agotado, había pasado bárbaro, nos fuimos para casa, me mostró los regalos que había recibido y la acosté un rato a dormir la siesta. Mientras Ian dormía un rato también  aproveché para bañarme, me cambié, me sequé el pelo, se acercaban las fiestas, otra vez, la anterior no había sido tan mala como la primera después del divorcio, pero esta se iba a parecer bastante.
Cuando salí del baño los chicos seguían durmiendo, me puse a ordenar la casa hasta que se hicieron las 8 de la noche, los desperté y preparé la cena, comimos, miramos una película y los chicos quedaron nuevamente dormidos, estaban realmente agotados. Yo no, más bien tenía un agotamiento psicológico, necesitaba Carlos Paz, necesitaba aquella casa en el medio de las sierras, a la que seguramente nunca más volvería. Pensé en eso, en las palabras que me había dicho Pedro el primer día que me llevó "este lugar es especial para mi, por eso las personas que vienen tienen que serlo también  necesitaba saber si Verónica era lo suficientemente especial como para ir con él.

Me quedé sentada en el fondo, estaba tan linda la noche, una noche para estar acompañada, hablando de la vida, Zaira estaba de vieje con Hernan, además era tarde, a quien podía llamar?
Hablando de llamar, nunca había decidido llamar a Fernando, Pedro me había contado de la situación que había pasado con él en la estación y eso creo que fue lo que me detuvo. Aparentemente se había ido a vivir a Uruguay, nunca más supe de él.
Seguía allí, abajo de las estrellas, otra vez con la misma pregunta ¿que hago con mi vida? no había hombre que me llamara la atención, a Luciano me lo había presentado Zaira, pobre, creo que lo use, era un buen chico, necesitaba olvidarme de Pedro, creo que fue por eso que lo acepté, igual las cosas obviamente no funcionaron.

CONTINUARÁ... ÚLTIMOS CAPÍTULOS




"El poder del Amor" Capítulo 157- Porque no quiero perderte.

CANCIÓN PARA ESCUCHAR MIENTRAS LEEN: http://www.youtube.com/watch?NR=1&v=KVC4ytoh6W4&feature=fvwp

CUENTA PAULA:

Ya habían pasado casi dos años, las cosas en mi vida no eran perfectas, no había encontrado otro hombre que pudiera hacerme feliz como lo había hecho él, no, estuve unos meses de novia con Luciano, un chico sencillo, bastante parecido a Pedro, romántico, pero las cosas no funcionaron bien con él.
Hacía dos semanas que había recibido la peor noticia de mi vida, es decir, estaba feliz por él, pero esto era señal de que no había vuelta atrás, esta noticia había llegado en las manos de Giuliana, con una cinta dorada, la cara de ella cuando me la entregó no era la mejor, la abrí y mi vida cayó en un instante. La carta decía algo así como:

"Te invitamos a celebrar nuestra unión.
Pedro Alfonso & Verónica Lusiares"

Claro que la conocía a la chica, hacía un tiempo que estaba viviendo con Pedro, y ya había recibido opiniones de parte de los chicos, parecía una buena muchacha, los comentarios de los nenes eran todos buenos, no me daba razón para enojarme o algo, a los enanos le caía bien y eso me agradaba.
 Al tiempo me entere que era la misma chica que estaba en el restaurante aquel día...
La boda era el 15 de diciembre, estábamos a 20 días aproximadamente de ese día.
Con respecto a esta situación no podía decir nada, no tenía palabras para describir como me sentía, habían vuelto aquellas angustias por la noche, lo extrañaba, seguía enamorada completamente de ese hombre, ahora no tenía otra opción, tenía que dejarlo ir para siempre, no soportaba la presión, la chica era alta, linda, y buena persona, que en parte era lo que yo quería para él, que consiguiera a alguien que lo hiciera feliz.
En unos días era el cumpleaños de Giuliana, Pedro había organizado todo, iba a ser en una estancia, era un hermoso lugar, además había mucho espacio para los chicos.

Había llegado el día, el cumpleaños de Giuliana, nos despertamos y a las 12 del mediodía llegamos a la estancia, cuando llegamos quedé sorprendida, los chicos también, era todo hermoso, tal como Giuliana lo había soñado, cumplía 7 años, hacía tiempo que no le dábamos una sorpresa, y creímos que esto iba a ser lo mejor, ella con la mejor sonrisa y con su cara de sorprendida bajó corriendo y saludó a su padre.
Yo bajé con Ian, le sonreí a Pedro, y me fui a arreglar unas cosas, empezó a llegar gente, gente que nunca en mi vida había visto, obvio, era la familia de la novia de Pedro, que no me entraba a la cabeza que estaban haciendo acá, es decir estaban hasta los tíos de Verónica, me parecía un poco exagerado, estas personas me pasaban por al lado, obvio, ellos tampoco me conocían, me miraban con cara rara, como si la desubicada acá fuera yo, no saludé a nadie, solo me acerqué a Verónica y la saludé con mi mejor sonrisa falsa.
Mi familia todavía no me había llegado, me sentía una desubicada, me sentía incómoda, la familia de Pedro hablaba con la de Verónica, ya se habían olvidado de mi, estaba sola en un rincón observando como jugaban los amigos de Giuliana, Pedro hablaba con el padre de su novia, se reía, y yo acá tratando de soportar esa angustia que tenía adentro.
Me levanté de la silla, ahí fue cuando Pedro me vio, evité su mirada y me fui para afuera del salón, necesitaba caminar, tomar un poco de aire.
Empecé a caminar, me sentía una inútil  era el cumpleaños de mi hija, obviamente que no me iba a ir, pero esta situación se me estaba yendo de las manos, la familia de Verónica mirándome de arriba a abajo como diciendo "esa es la ex".

Seguí caminando hasta que vi un banco blanco, miré a mi alrededor, no había nadie, estaba sola, tal como quería estar, me senté, era un lugar tan cálido, hermoso, muy parecido a Carlos Paz, tenía un lago enorme delante mio, igual que allá, se sentía el aroma a naturaleza pura, cerré los ojos, necesitaba conectarme con mi entorno, sentir más a fondo las cosas, ahí fue cuando sentí algo atrás mio, más bien al lado mio, abrí los ojos y lo vi a él, se sentó en la otra punta del banco.
-Hola.-me dijo Pedro. mirándome.
-Hola.-le dije y le sonreí.
-Como estás?-me dijo.
-Bien, vos... nervioso?.-le dije por lo del casamiento, faltaban 4 días.
Él no respondió, solo atinó a mirar hacia el lago, tenía cara de dudoso, como si hubiera hecho todo esto por el simple echo de olvidarme.
-Ya pasaste por esto una vez.-le dije irónica y sonreí.
-No es fácil para mi...-me dijo.
Ja, parecía broma, él era el que había tomado la decisión, acá la que tenía que estar mal era yo.
Me paré enojada, sentía impotencia, tenía ganas de besarlo, hacía muchísimo tiempo que no estábamos tan cerca y que teníamos una charla "fluida" por llamarlo así.
Sentí como tomaba mi brazo para que me detuviera, cerré los ojos, me di vuelta, lo tenía a centímetros de mi rostro, sentía su respiración en mi cara, trataba de controlarme, sentía un impulso que me atraía hacia él.
-Que te pasa?.-me dijo.
-Vos me pasas Pedro, me pasa que me banco todo, me banco los comentarios  me banco que la familia de tu novia me mire con cara de asco, me banco llorar todas las noches por vos, me banco que mi familia me diga que me haces mal y que con vos no voy a llegar a ningún lado, me banco todo, siempre... sabes por qué?.-le dije llorando.
Él solo me miraba, lo atraía mi mirada, lo sentía, sentía que me deseaba. Estábamos solos, el salón estaba aproximadamente a 9 cuadras, era todo campo.
-Por qué?.-me dijo.
-Porque me importas, me importas enserio, y cuando me enteré de esto... de que te ibas a casar se me vino el mundo abajo.
-Por qué me decís esto ahora?
-Porque no quiero perderte.-le dije aún llorando y abrazándolo

CONTINUARÁ...
Dejen comentarios y empiecen a leer mi nueva novela www.Siemprediferenteperoreal.blogspot.com PERO, no dejen esta de lado he!
GRACIAS


martes, 11 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 156 - Sin ganas de vivir

CUENTA PEDRO:
Me fui directo a casa, llamé a mi padre para avisarles que no iba a volver, eran la 1 de la mañana, no quería mostrarme mal delante de mi familia, y menos delante de mis sobrinos, por suerte mi papá me entendió así que me fui tranquilo para casa. Cuando llegué prendí la luz y me tiré en la cama, no pretendía moverme, solo quería pensar, aunque no podía sacarla de mi cabeza, sabía que "pensar" consistía en revivir todo lo que habíamos pasado juntos, en analizar cada paso en falso que dimos, en estudiar los errores de la relación, pero básicamente consistía en llanto y en tristeza, tenía que dejarla ir, olvidarla no, porque sería imposible, era la madre de mi hijos, tenía que apartarla, solamente eso.
Seguía tirado en la cama, algunos fuegos artificiales sonaban, decidí pararme, fui hasta el balcón, era un silencio total, solo se veían luces a lo lejos, seguramente estaba todo el mundo festejando, la fiesta más importante del año, para algunos, y yo acá triste sin ganas de vivir.

CUENTA PAULA:
Me sequé las lágrimas, estaba dispuesta a salir de la habitación, aunque sabía que todos me iba a llenar de preguntas, físicamente estaba bien, es decir, lo del desmayo no sabía que era, el médico había dicho que era estrés  y seguramente fuera eso, era lógico. En este momento necesitaba estar sola, pero tenía a toda mi familia allá afuera, no podía "echarlos" eran mi familia. Salí de la habitación, los chicos jugaban con sus nuevos juguetes, me alivio saber que no estaban preocupados o asustados, enseguida se me acercó mamá.
-Hija, como estas?
-Bien má...
-Todo bien con Pedro?
La miré como diciendo "¿me estás jodiendo?" caminé hacia el fondo, necesitaba tomar aire, tenía alguna esperanza de que pudiera pasar algo bueno, necesitaba sonreír  fue ahí cuando me di vuelta y vi a mi primo, si a mi primo Juampi, que hacía 7 años que no veía, me tapé la boca, sorprendida, corrí hacia él y lo abrece
-Gordita! como estás.-me dijo.
-Ay no puedo creer !.-le dije sorprendida.
Él era mi hermano del alma, mi compañero de travesura cuando eramos chicos, eramos inseparables, crecimos, se enamoró y se fue a vivir a España con su mujer, tenía 3 hijos hermosos que cada tanto veíamos por fotos, ahora lo tenía conmigo, no se si hermanos... él era como mi padre, él que me daba consejos y el que me alentaba a seguir adelante siempre!
Ya había pasado un rato largo, se habían ido todos, los chicos se habían quedado dormidos, y yo estaba en el fondo hablando con mi primo, hacía tanto que no nos veíamos y creo que era tiempo de actualizarnos.
-Me contó tu mamá... lo de Pedro...-me dijo.
No dije nada.
-Que pasó Paula, te veo mal, es decir, hicieron lo correcto?
-No se gordo, te soy sincera... tengo el corazón destruido, pero creo que hicimos bien... nos estábamos llevando muy mal...
-Contá conmigo para lo que quieras...
-Gracias! estoy muy contenta de que estés acá, te extrañaba mucho.
-Yo también te extrañaba loca...
-Como están tus cosas?
-Bien, todo en orden con los chicos, están re grandes...
-Si, me imagino, tenes que traerlos algún día...
-Si, pasa que tengo que sacarles el pasaporte y es todo complicado, ademas quería venir para las fiestas, y ellos tienen su familia allá, es una locura esto de vivir en otro país, hay veces que me dan ganas de dejar todo y venir para acá..
-No digas es Juampi, tenes una familia hermosa, te aseguro que perder eso es lo peor que te puede pasar, te lo digo por experiencia.-le dije y sonreí.
-No hay posibilidades?
-No.-le dije y bajé la cabeza
-No hay o no te la queres dar?
-No me la quiero dar, hasta acá llegué... no quiero falsas esperanzas, me entendes?
-Si obvio Pochi, te re entiendo, lo digo por vos y por los enanos... pero te apoyo en tu decisión.
-Gracias gordito, te amo mucho!.-le dije y lo abrecé.
-Yo a vos.-me dijo

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"El poder del Amor" Capítulo 155 - Te amo porque te necesito

CANCION : http://www.youtube.com/watch?v=x94m407UJSI

CUENTA PAULA:
Lo tenía junto a mi, ahora sentía su presencia, la verdad que tenía un fuerte dolor en la cabeza que no me dejaba ni pensar, ¿que me había pasado?, lo que menos quería era tenerlo tan cerca, me hacía mal saber que no había más posibilidades, sabía que nuestro amor había cambiado, de una u otra manera había cambiado, no era el mismo de hace unos años, antes era un " te necesito porque te amo" ahora era un "te amo porque te necesito" era difícil explicarle como me sentía ahora, quería abrazarlo, no era amor lo que sentía, no habías ganas de decirle "Te amo" quizás un "Te quiero" pero tampoco servía.
-Paula, esto lo vamos a superar juntos.-me dijo.
No, ese era el problema, como vamos a superar juntos una separación, no tenía sentido, la idea era verlo lo menos posible, era complicado trabar una relación con tu ex, que feo sonaba decir "ex" a esa persona que te acompañó siempre, en los buenos y malos momentos.
-No Pedro, no podemos estar juntos, es eso lo que me hace mal, estar juntos pero sabiendo que estamos separados, no tiene sentido...-le dije.
Nada tenía sentido, no tenía sentido que él estuviera consolándome cuando hacía dos semanas habíamos firmado un papel de divorcio, no tenía sentido que yo estuviera llorando por él, no tenía sentido seguir queriéndolo ..nada tenía sentido si no estaba con él. No me quedaba más que resolver mi vida por otro lado, buscar otro camino, abrir nuevas puertas, tenía que dejarlo ir, estar con él me hacia mal, pero estar lejos de él también me hacia mal, ¿me estaba volviendo bipolar? no, creo que eran típicas reacciones post-divorcio...
-Paula, tampoco tiene sentido que vos estés mal por mi culpa...-me dijo.
-No es tu culpa Pedro, no es culpa de nadie...
-Entonces?
-Nada, no me la hagas más difícil...
-No te la hago difícil Paula, quiero que estés bien nada más.
-Si queres que este bien andate, me hace mal verte Pedro, no te das una idea de lo que estoy sufriendo, me hace mal tenerte cerca sabiendo que entre nosotros ya no hay sentimientos, no hay amor, no hay nada...
-Están nuestros hijos Paula...
-Si, eso, quiero que sea lo único que nos une, no quiero sufrir más Pedro...
Listo, acá podemos confirmar que fue la peor navidad de toda mi vida, no podía mentirle, tenía que serle sincera, no solo a él a mi misma, no podía decir que estaba todo bien, que viniera y que me abrazara, no, no quería llorar más, hoy por hoy no quería sentir nada más por él, sentía que esa podría llegar a ser la única solución a todo este problema, no sentir nada.
-Queres que me vaya?.-me dijo.
-Pedro, no quiero que lo tomes a mal, valoro mucho que estés acá conmigo, que te preocupes por mi, pero va a ser lo mejor para los dos, yo se que vos estás sufriendo y creo que esto va a ser la solución a todo...
Él simuló un si con la cabeza, la bajó, dudoso se retiró de la habitación cerrando la puerta, y yo quedé sola, otra vez, sin nada que hacer, o sin nada porqué luchar, sentía un vació en mi interior impresionante, pero a la vez me sentía aliviada sabía que había hecho lo que tenía que hacer, por más que duela ser sincero, esto era lo que iba y lo que tenía que pasar.


CUENTA PEDRO:
¿Que podía decirle? tenía razón, estar juntos solo iba a traer más problemas, salí de la habitación, no estaba nervioso ni nada, estaba tranquilo, sentía que se habían aclarado las cosas. Cuando salí del cuarto miré a mi alrededor, tenía a media familia observándome, me sentía un delincuente, me quemaban con la mirada, no sabía que hacer, me miraban como esperando explicaciones, como si su desmayo fuera mi culpa, no, no era el culpable, si ellos no sabían apoyar a su hija no era mi problema, ¿que estaba diciendo? en verdad amaba a la familia de Paula, pero estaban raros, estaban como si yo fuera el que arruinó todo, que si, en parte lo era, pero tampoco tenían porqué mirarme así, me sentí incómodo, hice una media sonrisa falsa y me fui de la casa, me senté en mi auto y me quedé pensando, pensando que iba a ser mi vida ahora...


CONTINUARÁ.... dejen comentarios !


"El poder del Amor" Capítulo 154- Cambiamos los dos

CANCION: http://www.youtube.com/watch?v=1SHK4J392rI

CUENTA PAULA:
Mi celular no paraba de sonar, mensajes de amigas y de compañeros de trabajo con una simple frase " Feliz navidad", todos me mandaron mensajes, menos él, obvio, tampoco era que estaba pendiente de él, pero dolía saber que las cosas entre nosotros habían cambiado, cambiado mucho. Desde que lo vi con aquella chica en el restaurante no habíamos hablado, no estaba enojada, ni decepcionada  realmente no había un estado de ánimo para describir como me sentía ahora.
-Mami! mirá lo que me trajo Papa Noel !.-me dijo Ian mostrándome un robot.
-Que lindo mi amor, te gusta?
-Si, está re bueno!
-Podemos hablar con papá?.-dijo Giuliana acercándose.
-Quieren llamarlo?.-les dije.
-Si.-dijo Ian.
Agarré mi celular y me aparté un poco de los chicos, marqué su numero y apreté "llamar"
-Hola?
-Hola, soy Paula.-dije.
-Como estás?-dijo Pedro
-Bien, vos?-dije
-Bien, pasó algo?.-dijo Pedro.
-Los chicos quieren hablar con vos...
-Si, yo también! pasame con los enanos
-Pedro...
-Que?
-Feliz navidad...-le dije
-Feliz navidad Pau...
Le pasé el teléfono a Ian que esperaba ansioso, yo me fui con Giuliana que seguía abriendo algunos regalos. Enseguida sentí como todo daba vueltas, no escuchaba nada, me agarré la cabeza y enseguida sentí un gran golpe que me dejó sin moverme, cerré los ojos.


CUENTA PEDRO:
Estaba hablando con Ian cuando alguien tomó el teléfono, era Delfina, la hermana de Paula.
-Pedro, sos vos?.-me dijo.
Sentía un gran revuelo en el teléfono, podía sentir como la gente gritaba "Paula"
-Si Delfi, pasó algo?
-Si, mi hermana se desmayó y no reacciona.
-Como que se desmayó?
-Si Pedro, no podés venir por favor?
-Si, voy para ahí, pero llamen ya al médico.
-Pedro, apurate!

Le avisé a mi familia que tenía que irme por lo ocurrido con Paula, agarré el auto y salí volando para la casa de Paula, cuando llegué Paula estaba en la habitación rodeada por toda su familia incluyendo un médico que la estaba analizando. Sentía como todo el mundo me miraba, pero no con la misma mirada con la que solían mirarme hacía semanas atrás  no, me miraban con cara de desconocido, como si yo ya no formara parte de esta familia, o peor, como si no me quisieran acá. Por un momento me sentí muy incómodo, pero no estaba acá por ellos, estaba por Paula, que era la que importaba ahora.
Pude ver como Paula se reincorporaba en la cama, me quedé más tranquilo, estaba pálida, tenía unas ojeras impresionante, cuando me vio su cara cambió completamente, y en ese instante me di cuenta cual podría ser la razón del desmayo. Mi hijos vinieron corriendo hacia mi, miré a Paula y les pedí a todos si podía hablar con ella en privado, así fue como todos se retiraron de la habitación cerrando la puerta y dejándonos completamente solos.
-Como estás?.-le dije sentándome en la cama, a su lado.
-Bien, creo.-me dijo bajando la cabeza.
-Que pasó Paula?
-Que haces acá Pedro?.-me dijo levantando la cabeza otra vez.
-Me dijo Delfina que viniera...me podés decir que te pasó?
-Nada, me desmayé, no se que me pasa, no estoy bien.
Escuchar a Paula decir "no estoy bien" me preocupaba, no era de esas minas que se quejaban por todo, no, nunca me había dicho algo así, y si lo estaba diciendo ahora era porque le pasaba algo serio, se notaba en su cara, estaba rara, había una energía fea en el ambiente, no la misma de siempre.
-Es por lo nuestro?.-le dije.
-No se Pedro, son muchas cosas, sabes que las fiestas para mi son muy importantes, y estar así... mal, es como que todo se me está viniendo abajo entendés?.-me dijo angustiada, casi llorando y poniendo su mano en el pecho.

Claro que la entendía, yo sentía exactamente lo mismo.
-No se que decirte Pau... yo también tengo mil cosas en la cabeza...
-Me podes contestar algo?
-Si
-Por qué hicimos esto... por qué hicimos esto si nos hace tan mal... estas así?
-Sabes porqué Paula, sabes que las cosas entre nosotros no eran las mejores, cambiamos, cambió todo.
-Yo cambié?.-me dijo.
-Cambiamos los dos...

CONTINUARÁ....dejen comentarios!



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"El poder del Amor" Capítulo 153 - Estaban "todos"

CUENTA PAULA:
24 de diciembre, los chicos jugaban en el jardín ansiosos por la llegada de Papa Noél, yo en cambio estaba en la cocina preparando algunas cosas para la noche. Venía todo mi familia a casa, habíamos elegido la mía porque era más grande y tenía un fondo bastante grande también  Me mudaba en 3 semanas a Las Cañitas, los chicos no estaban muy entusiasmados con esta decisión, yo tampoco, hubiera preferido que las cosas fueran de otra manera. 
Eran las siete de la tarde, a las nueve empezaban a llegar todos, la casa estaba ordenada, la comida casi pronta, los chicos ya se habían bañado, solo faltaba yo. Me fui a mi habitación, elegí la ropa que me iba a poner, les avisé a los chicos que me iba a bañar, entré al baño y me miré al espejo, mi cara no era la mejor, estaba devastada, no entendía por qué esto me hacía tan mal, tenía ojeras, la cara pálida, hacía tiempo que no dormía bien, después de todo estaba un poco mejor, no del todo pero mejor al fin. Me bañé, me cambié y me fui para el living, los chicos ya estaban cambiados, ahora ya eran cerca de las nueve, me maquillé un poco más para que mi cara de cansancio no llamara la atención y me senté en el sillón a ver la televisión, más bien a ver que era de mi vida ahora, miraba mi alrededor, estaban los chicos jugando con Moro, riendo y molestándose entre ellos, yo en cambio acá sentada sola, quería sus abrazos por atrás, necesitaba sentirlo, sentir su presencia, sabía que esta noche podía llegar a ser una de las más difíciles.
Sonó el timbre, los chicos corrieron hacia la puerta para ver quien era, era mamá que venía con Delfina, Gonzalo, con su novia, mi papá y mis abuelos. Ahora faltaban mis tíos y ya estábamos todos, "todos".


CUENTA PEDRO:
Estaba sentado en el fondo de la casa de mi padre, miraba las estrellas, pensaba en mi madre, en Paula, en todo lo que me faltaba ahora para ser feliz. Estaba casi toda mi familia adelante mio, pero yo solo las quería a ellas acá. Quería ver a mis hijos corriendo alrededor mio, necesitaba escuchar sus gritos y risas, pero también necesitaba sentir sus besos, sus abrazos por atrás, sus caricias, la presencia de ella.

Entre charlas y charlas se hicieron las doce, mis sobrinos emocionados corrían por todo el jardín, ansiosos por abrir los regalos, estábamos todos mirando el cielo, sentía que ella también lo estaba haciendo y por un minuto sentí como nos conectábamos con el simple hecho de ver lo mismo. Mi cara se iluminó completamente, el concierto había empezado allá arriba, los fuegos artificiales que asustaban a algunos, que emocionaban a otros y que a mi en particular hoy me causaban un gran dolor...

CUENTA PAULA:
Estábamos todos en el fondo mirando el gran espectáculo, que hoy eran los fuegos artificiales, tenía todos los ojos llorosos, mi hermana se acercó a mi y me abrazó, conteníendome.
-Quedate tranquila.-me dijo.
-No puedo amor...-le dije.
-Lo extrañas?
-No te das una idea cuanto...
Los fuegos artificiales ya habían terminado, los chicos salieron corriendo para el living, en busca de regalos, y allá estaban todos riendo, felices.


CONTINUARÁ... DEJEN COMENTARIOS!! en un rato subo otro ! Gracias


domingo, 9 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 152 - Algo en mi interior

Para acompañar el capítulo pueden escuchar esta canción :http://www.youtube.com/watch?v=7PDUO3l8xiM

CUENTA PAULA:
Ya habían pasado unos días, ya habíamos arreglado con Pedro que los chicos pasaban noche buena conmigo y fin de año con él, en mi caso todavía no sabía donde iba a pasar navidad, las cosas con mi familia seguían intactas, ahora estaba en el shopping, obvio, comprando regalos, el arbolito ya estaba hecho, el dolor en el pecho no había desaparecido del todo, pero ya estaba más tranquila. Compré varias cosas y me fui para casa, entré y pensé "ésta casa es muy grande" sinceramente me traía recuerdos malos y buenos, me traía nostalgia, tenía muchísimas ganas de irme de allí, era una casa enorme para tres personas, si, antes eramos cuatro, pero la falta de una hacía la diferencia, mucha diferencia. Cuando llegué estaba mamá en casa con los nenes, tenía ganas de arreglar todo ya, necesitaba pasar una navidad tranquila a pesar de todo, por suerte los chicos estaban afuera, mamá estaba sentada en el sillón así que aproveche para hablar.
Me senté a su lado y me la quedé mirando.
-Podemos hablar?.-le dije.
Ella asintió.
-Por qué estás así conmigo?.-le dije.
-Hija, vos ya sabés lo que pienso al respecto de todo lo que está pasando...
-Má, yo se que es difícil, porque se que vos a Pedro lo querías muchísimo, pero pensá en mi, es difícil para mi también no tenerlo conmigo...
-Entonces por qué te separaste Paula?
-No me la hagas más difícil  no te das cuenta que lo único que quiero es que me abraces y que me digas que todo va a estar bien?.-le dije con lágrimas en los ojos.
-Perdoname hija, en serio, pasa que nunca pensé que fueran a llegar a esto, yo se que discutían pero ambos están enamorados, me cuesta entenderlo.-me dijo abrazándome.
No le iba a decir a mi madre que estaba arrepentida, no, iba a arruinar el momento, pero obvio que lo sentía, sentía que había entrado en el problema más grande de mi vida, enfrentarme a la vida sola, nuevamente, tenía que retomarla, ahora había que buscar otro camino...
Enseguida vinieron los chicos corriendo, ya habían terminado las clases, por suerte, amaba tenerlos conmigo todos los días, todavía no habían superado esto, pero se lo estaban tomando mejor... día a día.

CUENTA PEDRO:
Sonó el teléfono de casa, atendí una voz desconocida me hablaba del otro lado.
-Hola?.-dije
-Hola, Pedro?.-me dijo.
-Si, quién habla?
-Perdón que te llame, soy la chica del otro día, la que viste en la estación.
-Ah, si, como estás?
-Bien, necesito hablar contigo.
-Por? pasó algo?
-Si, podemos encontrarnos en algún lado?
-Si, como quieras...
-Te parece en el bar "Antojos" que está en Las Cañitas?
-Si, lo conozco, a las 17.00 está bien?
-Si
-Como es tu nombre?
-Verónica
-Buen, nos vemos.

Bueno, la verdad que no tenía ganas de ir, pero bueno, me iba a hacer bien hablar con alguien, ¿que decía? si ni siquiera la conocía a la chica, igual pensé que ir iba a ser lo mejor, digo, capaz que le pasaba algo serio, con respecto a Fernando.
Se hicieron las cinco, yo ya estaba sentado en el bar, esta vez sin Paula, si, este era el restaurante al que soliamos venir cuando Paula vivía en Las Cañitas, su edificio estaba enfrente al mismo.
La vi llegar, alta, morocha, ojos marrones, con un short de jean, una remera suelta y unos lentes, ¿modelo? pensé.
-Hola.-me dijo un poco nerviosa y sentándose en frente mio.
-Hola, como estás?-le dije.
-Bien, vos?
-Bien gracias, bueno... me contas que pasó? me dejaste con la intriga.
-Ay la verdad, primero que nada te quiero pedir mil perdones por molestarte, pero creo que es importante...
-Bueno, decime.
-Me separé de Fernando
-Ah, bueno, me alegro.-me dije y sonreí.
-No, esperá, no es todo, me contó de vos y de tu esposa, Paula no?
-Si, Paula, que dijo?
-Algo así como que la iba a recuperar...
-Ay ! yo lo mato, te juro que lo mato.
-Que pasa?.-me dijo notando que estaba un poco alterado.
-Nada, pasa que por este pibe casi me muero...
-No puedo creer, yo lo conocí cuando salí de la cárcel, parecía buen hombre, pero después empezó la violencia, por eso estaba en el juzgado el otro día, y vos... por qué estabas ahí?
-Me divorcié.
-Ah, de Paula?
-Si, de ella
-Perdoname que me meta...
-No, no pasa nada, está bien, hace tiempo que necesito hablar con alguien...
-Y tu familia?
-No están de acuerdo con la separación, pasa que tenemos dos hijos, y bueno...
-Ah, si te entiendo, y vos...? digo... como llevas todo?
-La estoy remando, es difícil para mi también  pero bueno... no me queda otra que empezar una nueva vida, por llamarlo así.
-Si, claro...-me dijo.
Nos quedamos los dos en silencio, la miré, sentí algo en mi interior, algo que me asusto, ella me gustaba, me gustaba mucho, pero... y Paula? que pasaba con ella? No Pedro ! ya te separaste, hace tu vida!
La seguía mirando, ella me sonreía, se daba cuenta de que la estaba analizando.


CUENTA PAULA:
Ya tenía decidido irme a vivir a Las Cañitas, a mi viejo apartamento, era un poco más chico y la verdad que vivir en una casa tan grande sola con los chicos me daba un poco de inseguridad, así que pensé que un edificio iba a ser mucho mejor.
Me subí al auto, prendí la radio y me fui para el apartamento, necesitaba tomar algunas medidas para comprar un mueble, porque el de casa no entraba.
Llegué, entré al apartamento, tomé las medidas, aproveché para dejar algunas cosas y bajé nuevamente, cuando me estaba subiendo al auto vi una cara conocida, lo que vi no me agrado nada, era Pedro, pero no estaba solo, no, estaba acompañado...
Él giró la cabeza y me miró, yo desvié la vista y me subí al auto, furiosa, al fin y al cabo no se porque me ponía así, él ya no era nada mio, pero dolía, dolía saber que se había olvidado tan rápido de todo... Pero recalculé: Paula, la chica puede llegar a ser una amiga, o alguna conocida, no te crees historias en tu cabeza.
¿Amigos? no, no creía en la amistad entre el hombre y la mujer, amistad... pero al tiempo se volvía romance, siempre, eso estaba claro, aceleré con todas mis fuerzas, pero me acordé que estaba en el medio de la calle y que me podía llegar a matar, me tranquilice y traté de respirar hondo.

CONTINUARÁ... dejen comentarios !!!


"El poder del Amor" Capítulo 151- Odiaba no ser su mundo

Para acompañar el capítulo les recomiendo esta canción : http://www.youtube.com/watch?v=pY9b6jgbNyc



CUENTA PAULA:
No, no lo odiaba a él, odiaba ya no hablarle, odiaba ya no ser su mujer, odiaba ya no ser su mundo, odiaba no significar nada para él, seguía llorando en el sillón como una estúpida, solo quería prender la luz y ver su rostro, su sonrisa, sus ojos, verlo sentado en el sillón con los chicos, sentir sus ronquidos, sus besos, sus abrazos, su amor.
Fue en ese preciso instante cuando me di cuenta que lo había perdido todo, que había cometido el error más grande de toda mi vida, dejarlo ir.
Lo único que quería hacer ahora era irme lejos, quería descansar, pensar, reflexionar, necesitaba ordenar mi cabeza, más que nada. Necesitaba escuchar sus "no te preocupes, estás conmigo" esas frases que él siempre tenía, y que me tranquilizaban de una forma inexplicable, necesitaba tenerlo cerca, sentir como nos conectábamos con solo mirarlo, hoy es no había pasado, lo miré y no sentí nada, eso era lo que me preocupaba, nuestra conexión  ya estaba perdida, ¿para siempre?.
Decidí pararme y prender la luz, peor, ahora si veía la realidad, estaba sola, completamente sola, mi corazón estaba inundado de tristeza y dolor, solo quería dormir y no despertarme hasta sentir un alivio en el pecho.
Dejé la cartera en la silla y me dirigí al baño, me miré en el espejo y enseguida pensé: ¿Por qué lloro por él? tengo que ser fuerte, ahora más que nunca, no podes estar así Paula, tenes que estar bien!. Digamos que esto me subió un poco el autoestima pero ni tanto.

CUENTA PEDRO:
Llegué a casa, prendí la luz, solo, otra vez, no me acostumbraba a esta soledad, necesitaba escuchar risas, voces, necesitaba escuchar a mi familia. Fui al baño, me bañe, me cambié y me cocine algo rápido, estaba sentado en el sillón comiendo una hamburguesa, mirando la televisión, miraba a mi lado, extrañaba su presencia  molestándome, o simplemente sentándose arriba mio y dándome aquellos besos hermosos, como solía hacer ella. Tenía que superar esto, no podía soportar ese dolor en el pecho todos los días, mis pensamientos cambiaron rotundamente, me acordé de la chica del juzgado, la alta, morocha, era hermosa, pero más que nada me quedé pensando en el imbécil de Fernando, tenía unas ganas de matarlo, de devolverle todo lo que nos había hecho, pero no quería terminar en la cárcel, yo no era como él, eso estaba claro.

CUENTA PAULA:
Opte por prepararme algo para comer, no tenía ganas de hablar con nadie, pensé en llamar a Zaira pero no, precisamente ahora no tenía ganas de recordar todo otra vez. Comí mirando una película, por suerte era graciosa así que me sacó de mi realidad por un rato, terminó y volví a la misma situación de soledad. Llamé a mamá para ver como estaban los chicos, no me preguntó nada sobre el juzgado, es decir, no tenía ganas de hablar del tema pero también extrañaba cuando se preocupaba por mi, después de todo este problema mi familia había quedado rara, ya no eramos los de antes, necesitaba su apoyo y dolía no tenerlo.
Agarre el teléfono quería llamarlo, a él, pero ¿por qué? ¿por qué no lo dejaba ir?, apreté llamar sin pensarlo.
-Hola?.-me dice Pedro.
-Hola Pedro, soy Paula.-le dije, como extrañaba decirle "amor" "gordo".
-Ah, como estás?
-Bien, llamaba para pedirte perdón por haberme ido tan rápido.
-Estás segura que llamas solo por eso?
-Si.-le dije, obvio que no, lo llamaba para escuchar su voz, se me cayó una lágrima, ¿por qué era tan boba? ¿por qué lo llamaba?
-Yo también necesitaba escucharte.-me dijo, como si hubiera leído los pensamientos, quedé sorprendida.
-Te extraño...-le dije, tenía que decírselo, necesitaba descargarme.
-Yo también.-me dijo, notaba su tristeza en su voz, estaba realmente mal, lo sentía, y lo único que quería era abrazarlo, tenerlo conmigo.
-Perdóname que te diga esto, yo se que es difícil  pero necesitaba... necesitaba escucharte, sabés que odio estar sola...
-Estas sola? y los chicos?
-Se quedaron con mamá, no me podían ver así...
-Estas llorando?.-me dijo.
-No.-le dije, obvio que estaba llorando, además se notaba.
-Quedate tranquila, va a estar todo bien, te lo prometo.
Cerré los ojos, como para sentir su presencia, para analizar sus palabras, para sentirlo cerca. Extrañaba sus "Te amo" como fin de conversación, los extrañaba muchísimo, necesitaba decírselo, sin duda había cometido el error más grande del mundo, pero... ¿él también pensaba lo mismo? ¿ y si no?
-Te dejo tranquilo, perdón. Besos.-le dije y corté.


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sábado, 8 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 150 - Por si necesitas ayuda

CUENTA PAULA:
Me fui casi corriendo del juzgado, sin saludar a Pedro ni nada, no, quería estar completamente sola, le pedí a mamá que se quedara con los chicos esa noche así que me fui directo para casa, ya en el auto mis lágrimas recorrían mi rostro, no podía creer que había apartado al hombre de mi vida, sabía que esta era una de esas típicas reacciones luego del divorcio, pero ¿la iba a superar? ojalá que si, llegué a casa, sin prender la luz me senté en el sillón y seguí llorando, cada vez más fuerte, dentro de toda esa oscuridad me sentía... nada, me sentía sola, completamente sola y estúpida. Por qué lloraba por ese hombre? o más bien por qué hice todo esto? enseguida me acordé de las palabras de Zaira cuando le dije de la separación "¿vos estás segura de lo que estás diciendo?" seguía allí, en el medio de la oscuridad y el silencio, sentía como Moro se subía al sillón, mi única compañía ahora. Había dejado ir al padre de mis hijos, al hombre que cambió mi vida de un día para otro, al que besaba, al que abrazaba... al hombre que amaba, pero a la vez lo odiaba, lo odiaba tanto, lo odiaba por quererlo, por hacer que lo quiera, por como era conmigo, por esa forma que tenía de que con él las cosas fueran más fáciles y lindas, lo odiaba el simple hecho de que cambió mi vida.


CUENTA PEDRO:

Estaba en el auto, otra vez, Paula se había ido casi corriendo del juzgado, ni saludo ni nada, hasta me pareció que se fue llorando, me rompió el corazón. Estaba llegando a casa, paré en una estación de servicio a cargar nafta, mientras pagaba vi una chica morocha, algo alta, llorando, la conocía, claro, pero de rostro nada más, estaba sola, como la había visto antes. Me acerqué, esta vez no me iba a hacer el desentendido, además se notaba que necesitaba ayuda, estaba como perdida, llorando desconsoladamente.
-Hey, estás bien?.-le dije.
La chica me miró, claro, era la muchacha que había visto en el juzgado, ¿ que hacía acá? ¿sola?.
-Vos estabas en el juzgado...te vi hace un rato, estás bien? necesitas que te ayude en algo?
-No, no te preocupes por mi, estoy bien, anda porque va a venir y te va a matar, andate por favor.-me dijo llorando y muy nerviosa.
-No, quedate tranquila, vení conmigo...
-No! andate, va a llegar y te va a matar, hacelo por mi, por favor!.-me dijo apartándola de ella.
Enseguida sentí como alguien tocaba mi hombro, y yo observando la cara de la chica noté como se desfiguraba su rostro, me di vuelta y lo que vi me dejó paralizado.
-Que haces flaco?.-me dijo él enojadísimo.
Claro, la persona que había arruinado mi vida completamente, la respuesta de algunos de mis problemas estaba frente a mi rostro.
-Fernando... cuando tiempo...-le dije.
Era el tipo del juzgado, el que había maltratado a la chica, pero...¿como no lo conocí? si, la verdad que estaba totalmente cambiado, la cárcel la había hecho un poco mal, bastante mal.
-Bueno... la frutilla de la torta... como andas Pedrito?.-me dijo haciéndose el superado y tocándome el hombro.
-Soltame flaco, que le estás haciendo a la chica? dejala tranquila!
Tenía unas ganas de pegarle una buena piña... pero no podía, es decir, no quería terminar como él.
-La chica es mi novia amigo, no me vengas a decir lo que tengo que hacer, hace tu vida chiquito...-me dijo enojado.
Me di vuelta, pensé en la pobre mujer, en lo que estaría sufriendo, pero que iba a hacer? no podía hacer nada, noté como Fernando entraba nuevamente al supermercado que había en la estación, entonces me acerque a la chica y le di un papel con mi teléfono anotado.
-Tené cuidado, este hombre me hizo la vida imposible a mi, por culpa de él casi dejo sola a mi esposa y a mis hijos, no le creas, si tenes algún problema llamame a este número.
-Gracias.-me dijo llorando.
Me subí al auto, preocupado, esta situación, el divorcio, estaba que la cabeza no me daba más, tenía ganas de llorar, de descargarme, estaba realmente mal, no pasaba por una situación así desde que mi madre había fallecido, la recordé y enseguida empezaron a caer mis lágrimas, me sentía un fracasado.

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"El poder del Amor" Capítulo 149 - Gran paso, gran error.

CUENTA PEDRO:
Ella bajó la mirada, sabía que si me miraba se iba a angustiar aún más, lo sentía, la conexión entre ambos todavía no había terminado, la miré, tenía que decirle algo.
-Como estás?.-le dije
-Bien... vos?-me dijo.
-Bien, creo.
Me sonrió.
-Los enanos?.-le dije.
-Ahi andan, dentro de todo bastante bien.-me dijo.
Estaba incómodo, pero algo me preocupó, no tenía ganas de besarla, eso era raro en mi, ¿que me pasaba? ¿la estaba dejando de querer? sacudí un poco mi cabeza para ordenar mis pensamientos. Una señora salió de la oficina.
-Pedro y Paula, son ustedes?.-nos dijo mirándonos.
-Si somos nosotros.-dijo Paula.
Nos levantamos y pasamos a la oficina, mi corazón se aceleraba cada vez más al igual que mi respiración, mis manos sudadas otra vez, nervios, más que nada nervios.
Nos sentamos frente al escritorio y la señora se nos quedó mirando, miré a Paula y la miré a la señora nuevamente, ¿por qué nos miraba con esa cara?
-Pasa algo?.-pregunté.
-No perdonen, ustedes no son los de Showmatch, de hace como 5 o 6 años?
Paula le sonrió.
-Si somos nosotros.-le dijo Paula.
-Ya me parecía... bueno vamos a pasar a lo nuestro, primero que nada quiero saber si ambos están de acuerdo con esto y si tienen algo que decir al respecto, lo único que quiero es que las dos partes queden bien, es decir sin discusiones de por medio.
-Yo creo que no hay nada que aclarar, fue una decisión de los dos, creo que ambos estamos de acuerdo.-dijo Paula mirándome.
-Si, coincido con ella.
-Tienen hijos?
-Si, dos.-dije
-Que edad tienen?
- 5 y 3.-dijo Paula.
-Y como lo tomaron?-dijo la señora.
-Mal, obviamente, el más chico no entiende mucho, pero la grande si, y está sufriendo.
-Entiendo, bueno, acá están los papeles, queda en manos de ustedes si deciden firmar o no...-dijo poniendo un papel adelante nuestro.

Agarré la lapicera que estaba al lado de la hoja, lo hice sin pensarlo, cuando me di cuenta que tenía la lapicera en mi mano me pregunté que estaba haciendo...
Paula me miraba, en este momento me gustaría saber lo que pensaba, quería saber tantas cosas, miré el papel y apoyé la lapicera en donde decía "Firma", mi mano temblaba, mucho. Firmé, mi nombre ya estaba escrito en ese papel, ese fue mi gran paso,¿o mi gran error?.
Ella tomó la lapicera y me miró, decepcionada  si, tenía cara de decepcionada  firmó, ahora estábamos separados oficialmente.

CONTINUARÁ...
Capítulo corto ! Perdón !



"El poder del Amor" Capítulo 148 - Situación incómoda.

CUENTA PAULA:
17 de diciembre, que puedo decirles? ya estaba preparada, creo, psicológicamente y físicamente, las dos semanas anteriores creo que fueron las más difíciles de mi vida, no por mi, ni por Pedro, sino por los chicos, las noches más largas y tristes, aveces esperaba a que los chicos se durmieran para encerrarme en el cuarto a llorar, tenía un agotamiento corporal impresionante, necesitaba descansar por lo menos una semana. Era el día, a las 7 de la tarde teníamos que estar los dos en el juzgado para firmar "esos" papeles. 
Ya habíamos quedado con Pedro que los lunes y miércoles pasaba a buscar a los chicos por el colegio y se los llevaba con él a la casa hasta el otro día, el resto de la semana se quedaban conmigo, estábamos haciendo todo lo posible para no vernos seguido, era difícil para los dos, pero también era entendible que nos quisiéramos ver lo menos posible. Eran las 12 del mediodía, yo estaba en el auto con los chicos, llevándolos al colegio, luego debía ir al trabajo hasta las 5 y 30, después ir a buscar a los enanos al colegio, llevarlos a la casa de mi mamá y luego ir al juzgado, sin duda un día agotador. 

CUENTA PEDRO:
Estaba tirado en mi cama, mirando el techo, la verdad que desde que había peleado con Paula mi vida era un desastre, bueno, con respecto a mi casa estaba bastante bien, la había arreglado y ahora se podía decir que era una "casa". Mi familia obviamente estaba en desacuerdo conmigo, con lo de la separación, al igual que la de Paula, creían que estábamos haciendo mal, más que nada por los chicos, pero claro, nadie piensa en nosotros, en como estamos con esta decisión  obvio que entiendo que los enanos son super importante en este momento, y que seguramente son los que más sufren, pero... nosotros? nosotros también sufrimos, claro, no de la misma manera, pero es muy difícil para ambos.
Hacía aproximadamente 1 semana que no veía a mis hijos, ni a Paula, los extrañaba realmente, a no ver a Paula ya me tendría que ir acostumbrando, pero no ver a mis hijos dolía y dolía enserio. 

CUENTA PAULA:
Listo, ya había llegado al trabajo, hoy Zaira no venía, hoy más que nunca la necesitaba acá conmigo, necesitaba un apoyo, y ahora la única que me apoyaba era ella, mi familia estaba en desacuerdo con la separación, pero bueno, no me quedaba otra que ignorarlos, duele si, ignorar a tu familia en estos momentos era lo más negativo que podía hacer, pero bueno, yo ta tenía mi decisión, allá ellos.
Con respecto al tema "Fernando" no había hablado con él aún, pensaba hacerlo después de todo este caos, necesitaba estar tranquila, aunque con él al lado era casi imposible. En fin, tomé mi computadora y me puse a hacer unos diseños, todo me quedaba horrible, inspiración? cero. 

Pasó el rato, se hicieron las cinco y media, al fin, pensé, por un lado quería salir corriendo del trabajo, pero por otro lado se acercaban las siete de la tarde, ya está Paula, ya está!!
Fui a buscar a los chicos al colegio y los dejé con mi madre, con la que ahora no cruzaba tantas palabras, con este tema nos habíamos alejado un poco, ya va a aflojar, pensé.
Me fui para casa, le di de comer a Moro, que pobre, en estos momentos no le daba ni bola, me acosté un rato, para descansar, me bañe, me cambié, hice una merienda rápida y me fui para el juzgado. 
Ya en el auto tenía el corazón que no daba más, no por nervios, sino por no saber si estaba haciendo lo correcto, tenía miedo, más que nada.

CUENTA PEDRO:
Esta situación ya me superaba, estaba cansado, realmente, sentía que al firmar esos papeles ya no abría vuelta atras, que iba a sacarme un peso de encima, un peso de encima? que estaba diciendo? no, estaba tomando una decisión que todavía ni sabía si era lo correcto, estaba en el auto, mis manos sudaban como nunca, señal de que estaba nervioso. Llegué, hoy más que nunca, llegar temprano era malo, sonaba como que quería hacer todo rápido, si, por un lado  quería que fuera todo rápido, no quería sufrir tanto, aunque era imposible no hacerlo. Bajé del auto, mi vista no era muy buena, llovía, había una gran tormenta, abrí el paraguas y entré al juzgado. No había nadie, solo una mujer que lloraba, me alivié al saber que no era Paula, me senté en un sillón que había en la sala de espera, sabía que lo más difícil no iba a ser firmar los papeles, sino verle la cara a ella, sabía que eso me iba a matar. La mujer me miraba y sinceramente me incomodaba, lloraba, mucho, obvio que no me iba a meter en sus problemas, ademas me daba vergüenza preguntar, estaba sola. Al instante un hombre salió de una oficina, agarró a la mujer del brazo y le dijo que se tranquilizara, de forma agresiva, enseguida me vino a la cabeza cual podría llegar a ser su situación y la verdad que me alegraba saber que con Paula era todo distinto, por suerte.

Bajé la cabeza, no me iba a meter en la discusión de esa pareja, no obvio que no, traté de controlarme, pero a la vez tenía ganas de darle su merecido a ese hombre, la chica no se merecía eso, era hermosa, sinceramente, y en sus ojos se notaba que estaba sufriendo. Se fueron, por suerte, me incomodaba la situación, y mucho. Giré mi cabeza, la vi llegar, me vió y me sonrió, que podíamos hacer? nada. Paula se me sentó al lado, y me miró, con sus ojos me decía todo, todavía no habíamos pronunciado ni una palabra.

CONTINUARÁ ...
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miércoles, 5 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 147- Un sábado difícil

CUENTA PAULA:
Cerré los ojos y quedé dormida, al otro día era sábado así que no puse el despertador, no, quería dormir, extrañaba despertarme con mi "despertador biológico".
Al otro día abrí los ojos y tenía a Giuliana durmiendo al lado mio, se había pasado para mi cama a la noche, seguramente, la miraba dormir, era tan hermosa, era igual a Pedro, aunque todos dijeran que era igual a mi, no, era su calco, su carácter  su manera de ser, la seguía mirando, amaba tenerla conmigo, enseguida abrió los ojos, me vio observándola y se rió.
-Hola mi vida.-le dije dándole un beso.
-Hola.-me dijo.
-Como estás grodita?
-Bien, papá?
Si, iba a ser difícil, obviamente, estas preguntas iban a aparecer por lo menos por unos cuantos días, lo peor es que no sabía que decirle, es decir, no le quería mentir, pero tampoco quería lastimarla, no me quedaba otra que decirle la verdad.
-Gordi, papá no va a poder vivir más acá?
-Por?-me dijo con cara de tristeza.
-Porque...
No sabía que decirle, me rompía el corazón, así que cambié de tema totalmente.
-Giu, andá a despertar a tu hermano, dale!-le dije sonriendo.
-Bueno.-me dijo y se fue corriendo al cuarto.
Me levanté a preparar el desayuno, hice unas tostadas y las llevé a la mesa. Vinieron los nenes corriendo, y se pusieron a desayunar.
-Má hoy podemos ir a la plaza?-me dijo Ian.
-Si amor, después vamos, a la tarde si?
-Si, y viene papá con nosotros?.-me dijo Ian.
No quería ver a Pedro, sabia que me iba a hacer peor, pero tampoco podía apartarlos de su padre de un día para el otro.
-No se amor, llamalo y preguntale.
-Bueno...-me dijo Ian y agarró el teléfono.
Se fue al cuarto a hablar, cuando vino me dijo que Pedro iba a venir con nosotros. La verdad que era lo que menos quería, sabía que íbamos a hablar, no iba a estar dos horas evitándolo.

Se hicieron las 4 de la tarde, llegó Pedro a casa, lo saludé, y nos fuimos para la plaza, cuando llegamos los chicos se fueron corriendo a andar en bicicleta y con Pedro nos quedamos caminando por ahí.
-Como estás?-me dijo.
-Bien, vos?
-Bien, remándola, mi casa de Marmol es un desastre.
-Te dije que te quedaras en Las Cañitas.
-No Pau, tengo mi casa, no voy a molestar.
Lo miré, tenía ganas de abrazarlo, y lo hice, lo abracé, él respondió al abrazo, suavemente, eran tan especiales sus caricias, todo.
-Perdoname.-le dije apartándome de él.
-No tenes que pedirme perdón Pau, yo se que todo esto es difícil, yo también necesitaba ese abrazo.
-Enserio?-le dije.
-Si, claro, no te voy a mentir.
-Vos crees que estamos haciendo lo correcto?-le dije.
-Yo creo que si, no quiero que nadie más salga lastimado...
Bajé mi cabeza.
-Como vamos hacer, digo... después del 17?.-le dije.
-No se Pau, yo creo que lo mejor es que nos veamos lo menos posible, lo digo por vos y por mi, nos va a hacer mal...
-Si tenes razón... no se, podemos hacer que los enanos se queden dos veces a la semana con vos, en tu casa y el resto conmigo.
-Si, obvio, ellos pueden venir cuando quieran! me llaman y los voy a buscar!
-Gracias!

Estuvimos hablando un rato, era muy difícil mantener una charla fluida, nuestra conexión seguía, y eso se notaba.

CONTINUARÁ!
Bueno gente, la verdad que hoy estoy cero inspirada, con todo lo que está pasando con Pau no hay ganas de escribir, pero bueno lo prometido es deuda, así que acá tienen el cap, no es de los mejores, pero ahora no se me ocurre nada, puede que de noche suba otro.
GRACIAS Y NO SE OLVIDEN DE MANDAR BAILA PYP AL 13013 MAÑANA !!!

lunes, 3 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 146- Imposible llamarlo "amigo"

Canción que recomiendo para leer el capítulo : http://www.youtube.com/watch?v=dgULL7ycVvw

CUENTA PEDRO:
Hacía 5 años que no volvía a mi casa de Mármol  no la de mi padre, la mía, nunca la vendí, me fui a vivir a lo de Paula pero sin embargo la casa siempre fue mía  lo que estaba viendo era totalmente desagradable, la casa estaba toda desordenada, sucia, no había luz, la verdad un asco, por decirlo así. Prendí unas velas cosa de iluminar un poco el ambiente, ordené un poco, sacudí las sábanas, el colchón y me acosté. Lo que veía no lo podía creer, ¿que hacía acá? no podía creer que había vuelta a esta casa, todo había terminado, ¿que iba a hacer ahora?, tenía un dolor en la espalda inexplicable, pero el corazón dolía muchísimo más, ¿como había pasado todo tan rápido? casi imposible de describir, todo lo que había pasado con esa mujer, que obviamente había dado vuelta mi vida, si había algo que me faltaba ahora era ella. Extrañaba su aroma, sus caricias, su presencia, ahí, me la imaginaba acostada sobre mi pecho, o pasándose sus cremas como solía hacer antes de dormir. Me di vuelta en eso que ahora parecía ser una cama, que básicamente ya estaba consumida por las termitas... extrañaba nuestra casa, mis hijos, la extrañaba a ella.
Creo que lo puedo superar, pensé, no puede ser tan difícil, ¿no?.

CUENTA PAULA:
Lo único bueno que podía rescatar de todo esto es que habíamos terminado de buena manera, y eso era algo positivo, no eramos como esas parejas que se separan a los gritos...no, seguro después de firmar "esos" papeles íbamos a ser algo así como "amigos",¿amigos? que estoy diciendo? no, imposible Paula, como se puede ser amigos después de estar en pareja con él, no, no había nombre para eso, como vas a llamar "amigo" al hombre que te hizo feliz, al padre de mis hijos, al que le dabas besos, no, imposible llamarlo "amigo".

Tenía algo de curiosidad por saber como iba a ser mi vida después del 17 de diciembre, el día que teníamos marcado para ir al juzgado a firmar los papeles de divorcio, ¿curiosidad? mejor dicho miedo, tenía miedo a lo que estaba por venir, no había hablado con mi familia de todo esto, la única que sabía de una posible separación era Zaira. Mi familia amaba a Pedro, no se como iba a reaccionar a semejante noticia.

Apagué la luz, me tapé con el acolchado  la cama parecía tan grande sin él, y otra vez esa nostalgia que me inundaba el corazón... de tenerlo conmigo, sabía que esto ya no iba a ser posible, ya está Paula.

CUENTA PEDRO:
Seguía tratando de dormir, obvio, imposible, con el olor que había a humedad, tenía frío  si por más que fuera diciembre en esa casa hacía un frío invernal, necesitaba su calor, todavía no encontraba la respuesta a todo esto, ¿por qué nos separábamos si nos hacía mal? y siempre llegaba a la misma respuesta " nos hacemos mal" pero que dolía más? estar juntos o estar separados? la verdad no lo sabía... Pensaba en su último "Te amo", enseguida me acordé de nuestra alianza, la miré, aún la llevaba puesta, total, aún estaba casado, me la saqué, y miré el grabado que llevaba adentro, ¿aún la amaba? si, esto era muy difícil  casi imposible de superar, pero sabía que el tiempo iba a arreglar todo, para bien  o para mal, pero lo iba a arreglar.


CUENTA PAULA:
No se, pero me acordé de la carta de Fernando, ¿que hacía pensando en él en este momento de mi vida? no se, pero se me vino a la cabeza todo lo que había escrito, realmente tenía ganas de hablar con él, tenía que escuchar su arrepentimiento, sus disculpas, tenía la certeza de que esta vez iba a ser diferente. Tenía que dejar de pensar en Pedro, no olvidarlo, pero si dejarlo ir.


CONTINUARÁ.. en un rato subo otro, DEJEN SUS COMENTARIOS!

"El poder del Amor" Capítulo 145 - Una alianza

Primero que nada quería ofrecerles una cosa, mirén cuando yo escribo la novela generalmente me pongo musica acorde al capítulo que estoy escribiendo, parece loco, pero me ayuda a escribir, para estos capítulos utilicé esta canción : http://www.youtube.com/watch?NR=1&v=KVC4ytoh6W4&feature=fvwp
Me gustaría que la pusieran mientras leen, lees las cosas con otro sentido.  Bueno les dejo el capítulo:

De lo que menos tenía ganas era de cocinar, así que pedí una pizza, desperté a Ian y comimos los tres, era un silencio total, lo único que se escuchaba era la televisión, ni los chicos hablaban ni se molestaban entre ellos, como solían hacer, no, estaban callados, comiendo, notaba sus caras, caras de tristeza y de preocupación, al otro día era sábado, así que traté de romper el silencio con algo divertido.
-Después de comer quieren ver una peli?.-dije sonriendo, obvio, peor sonrisa que la mía en este momento no había.
-Si !.-dijo Ian.
Giuliana solo simuló un "si" con la cabeza. Saqué una de las películas que tenía guardada, obvio que eran en dibujitos, no les iba a poner una película dramática, vimos "Rio", nos reímos un rato y cuando terminó la película tenía a los dos enanos durmiendo arriba mio, los amaba tanto. Sonó mi celular, recé para que los chicos no se despertaran, me levanté con cuidado y atendí:
-Hola?
-Hola Paula, soy Pedro...
-Ah hola!.-dije
-Como estás?
-Bien, vos?
-Bien, todo bien con los enanos?
-Si, se quedaron dormidos mirando una película.
Quedamos en silencio ambos por unos segundo, se me cayó una lágrima, otra vez, ¿por qué era tan difícil?, Pedro lo notó a través del teléfono. Sentí un suspiro al otro lado del celular.
-Perdoname, por ponerme así...-le dije.
-Está bien... yo también estoy así por dentro...-me dijo.
Necesitaba abrazarlo, tenerlo conmigo, acá, junto a mi.
-Escuchame, yo se que no es el mejor momento para hablar de esto, pero bueno... hay que hablarlo... -me dijo.
Sabía a que se refería, a los papeles y todo eso, ¿los papeles de divorcio?. Hablamos un poco sobre eso y corté. Desperté a los chicos un minuto para que se pusieran el pijama, se acostaron nuevamente y quedaron los dos dormidos enseguida. Yo por mi parte me di un baño, me pasé unas cremas y me acosté a mirar la tele. Vieron cuando la noche te obliga a reflexionar sobre tu vida? bueno, eso. Listo, ahora más que nada empezaban mis miedos a enfrentarme sola a la vida, si, claro, tenía dos hijos y una familia maravillosa, pero no era lo mismo, temor a no conseguir otra persona que me ame, pero creo que esto quedó acá  ninguna relación iba a compararse a la que tuvimos con Pedro, no, esta era diferente a todas, por más que terminemos así, él fue el hombre de mi vida, y lo reconozco. Estaba sentada en la cama, mirando esa insignificante pero importante alianza,  me la saqué, la estudiaba, la giraba, hasta que vi en su interior un "te amo", si, Pedro, cuando compró las alianzas de casamiento había pedido que le grabaran un "Te amo", aún no quería sacármela  aunque fuera insignificante no quería apartarme de ella, sabía que el tiempo lo iba a curar todo, pero cuanto? cuanto tiempo hay que esperar? realmente odiaba estar así, mal conmigo misma, mal con la vida.

Seguía analizando la alianza, no se que buscaba, ¿la respuesta a todo esto? no se, pero seguro que allí no la iba a encontrar. Por suerte ya no lloraba, igual todavía no me había caído la ficha totalmente, cuando estuviera sola en casa sin nadie, ahí iba a caer, de eso estaba segura. Para peor y para sumarle a todo esto, se acercaba Navidad y fin de año, listo, que puede ser peor que separarse justo para las fiestas? si, creo que la peor decisión, este fin de año iba a ser el peor, esto también lo tenía clarísimo. La cosa terminaba acá con Pedro, no había más chances, ya estaba todo dicho, todo aclarado. El 17 de diciembre teníamos que firmar "esos" papeles, los papeles de divorcio.

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"El poder del Amor" Capítulo 144 - El abrazo de una hija

CUENTA PAULA:
Estábamos los dos sentados en el pasto, como solíamos hacer hacía 5 años, pero esta vez no era para descansar, era para despedirnos, ¿despedirnos? yo no quería despedirme de él, no, podíamos separarnos, alejarnos, pero lo quería seguir viendo, obvio. Abrazados, ambos llorando, me partía el corazón ver a Pedro llorar, no era muy común en él, sentía su corazón en mi pacho, su respiración entrecortada y sus lágrimas que se cruzaban con las mías en mi rostro. Sentía nuestra conexión de siempre, ¿sería la última? esa conexión que amaba sentir entre nosotros, ¿que voy a hacer ahora? me preguntaba cada dos minutos.
-Tenemos que hablar con chicos.-me dijo secándose las lágrimas y tranquilizándose un poco.
-Si, tenes razón, no puedo creer esto... lo que estamos pasando...-le dije aún con lágrimas en los ojos.
Nos levantamos y nos fuimos caminando hacia el auto, nos subimos, Pedro puso en marcha el auto y partimos para el colegio, a buscar a los chicos, teníamos que hablar con ellos, explicarles bien como iban a ser las cosas.
-Pedro...-le dije
-Que?
-Donde estás viviendo vos?
-Ayer me quedé en tu apartamento en Las Cañitas... perdón pero tenía las llaves y era tarde...
-No, está bien, es tuyo...
-No Paula, yo te lo regalé, es tuyo.
Le sonreí, la primera sonrisa en dos días.
-Que vas a hacer, te vas a quedar ahí?
-No, voy a volver a Mármol, seguramente...
-Ah bueno.

Llegamos al colegio, los chicos se subieron al auto y partimos para casa, lo que nos esperaba era casi inexplicable, ya estábamos todos en casa, teníamos que decirles a los nenes...
-Amores, tenemos que hablar con ustedes...-les dije.
Los nenes nos quedaron mirando, notaron nuestra cara de preocupación, así que ninguno protestó y se sentaron en el sillón y nos quedaron mirando, nosotros nos miramos y empezamos la charla.
-Bueno, esto que les voy a decir es triste, pero primero que nada quiero que ustedes sepan que entre papá y mamá va a quedar todo bien.-dijo Pedro.
-Que pasa?.-dijo Giuliana.
-Con papi nos vamos a separar un tiempo, yo se que esto va a ser difícil para todos, pero es lo mejor...
La cara de Giuliana cambió totalmente, se levantó del sillón, me miró y me dijo gritando y llorando
-Me prometiste que no nos iba a dejar!!!.
Yo sabía a que se refería "Papá nunca nos va a dejar, te lo prometo" se me partió el corazón, todo estaba saliendo mal, bajé la cabeza, noté como Ian salió corriendo atrás de su hermana y yo quedé sola en el living, con Pedro. Me largué a llorar sentada en el piso, como una fracasada, me sentía así, no lo podía evitar, todo me salía mal, sentía como Pedro me acariciaba la espalda tratando de calmarme, pero eso me hacía peor, lo miré y me dijo:
-Va a ser difícil Paula...
Era obvio, que iba a ser difícil  enseguida se me vinieron todos mis recuerdos de Lobos, cuando papá y mamá nos dijeron a mis hermanos y a mi que se iba a separar, uno de los peores días de mi vida, solamente rezaba en este momento para que los chicos no se sintieran como yo me sentí ese día, solo por eso. Eran chicos todavía, pero Giuliana siempre se tomaba las cosas de una manera que me asombraba realmente, Ian no entendía mucho por eso no se enojaba tan seguido.
Me levanté del piso y me saqué las lárgimas, miré a Pedro y le dije:
-Anda, no te preocupes, yo lo arreglo...
-Estás segura? no queres que me quede?
-No deja Pedro, anda tranquilo, después hablamos.-le di un beso en la mejilla y se fue.
Me senté un rato en el sillón para ordenar mis pensamientos nuevamente, esta vez tenía que encontrar las palabras justas para hablar con los chicos, que aún seguían encerrados en el cuarto. Me levanté y abrí la puerta de su habitación, ella estaba jugando con unas muñecas y Ian se había quedado dormido en su cama.
-Amor, podemos hablar?-le dije sentándome en el piso junto a ella, que lo único que hizo fue mirarme, como esperando explicaciones.
-Vení, vamos al living, así dejamos dormir a tu hermano.-le dije, agarrándola de la mano.
Ya sentadas en el sillón empecé a hablar.
-Gordita, yo se que esto va a ser difícil para ustedes, porque también es difícil para mi y para papá.
-Entonces por qué se separan?-me dijo enojada.
-Porque las cosas entre nosotros no están bien, nosotros no queremos pelear más, y tampoco queremos que ustedes estén mal.
-Y papá se va a ir para siempre?
-No amor, papá siempre va a venir a verlos, no se va a ir...-trataba de encontrar las palabras para que entendiera, aunque tenía un nudo en el pecho que aveces no me dejaba hablar, tenía ganas de llorar, pero no podía mostrarme así adelante de mi hija, no.
-Bueno...-me dijo
-Te amo mucho gordita, perdoname.-le dije subiéndola arriba mio y dándole un beso en la cabeza.
Ella no respondió, solo se quedo conmigo abrazándome, como amaba sus abrazos, eran tan cálidos y suaves, era el abrazo de una hija, estaba orgullosa de ser madre, y no se imaginan cuanto.

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domingo, 2 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 143 - Somos dos

Tomé la carta, un poco apurada e intrigada  esperen, esta carta ya me parecía conocida, enseguida sentí como se me aceleraba el corazón, no sabía si abrir la carta era la mejor decisión en este momento, yo sabía de quien era, y otra vez...¿como sabía donde trabajaba?. Me dejé de tonterías y la abrí.

"Paula, tanto tiempo, no quiero que te asustes, estuve dos años pensando, en vos, en nuestros años de amistad, lo arruiné todo, siempre me gustaste, quiero que lo sepas, aunque creo que ya lo tenes claro, siempre fuiste mi amor platónico, por llamarlo así. Siento que las cosas entre nosotros pueden cambiar, que podemos volver a esa vieja amistad, pero esta vez sin violencia, siento mucho lo que hice, no estaba consciente  tenía un problema psicológico en ese momento, es enserio, cambié para bien, estoy curado y hace 4 días que salí de la cárcel  un lugar espantoso que me ayudó a recapacitar, espero que me sepas entender, te voy a dejar mi número de teléfono, quiero que hablemos, como amigos, nada más... quedate tranquila, ya te superé, tengo novia. Mi teléfono es 4589-8734, espero tu llamada." 

Fernando


Listo, quedé algo así como shokeada, ya había salido de la cárcel !! ¿tenía que entrar en pánico, o algo? que hacía?, lo llamaba? no Paula !! Todo lo que te hizo y vos te vas a poner a hablar con ese loco ? Traté de ordenar mis pensamientos, que ya eran bastantes en este momento de mi vida, por un momento me preocupé  pero su carta me parecía sincera, una charla de conocidos, porque no eramos amigos ni nada, no le iba a hacer mal a nadie, ¿no?. Pero todavía no lo quería llamar, antes quería hablar con Pedro, era primordial en este momento, creo. Me quede tranquila al saber que estaba de novia con alguien, espero que sea verdad, pensé.

Estuve todo el día trabajando, recibimos varias felicitaciones por el desfile, habíamos logrado mucho, y por suerte todo había salido de diez!, estaba contenta, en ese sentido.
Al fin se hicieron las cuatro y media, ¿al fin?, por un lado quería salir del trabajo, pero pensaba en la charla que nos esperaba con Pedro, esta vez el que tenía que hablar era él, pensé, siempre son las mujeres las que empiezan la charla, por una vez podría empezar él. Recibí un mensaje que decía "Estoy abajo" obvio era de Pedro. Enseguida me subió la locura por el cuerpo, ¿que hago cuando me suba al auto? ¿ lo beso o le doy un beso en la mejilla? no Paula, vos estas enojada, no podes regalarte así nomas, tenes que estar seca ¿estaba arrepentida? quería besarlo, abrazarlo, lo extrañaba, pero no podía, tenía que controlarme.
Le respondí: "ok, bajo"

Bajé, me hice la seria, me subí al auto y pronuncié un "Hola", por suerte él ni se movió para darme un beso ni nada así que no tuve que hacer nada.
-Hola.-me respondió.
-A donde vamos a ir?-le dije.
-Estás apurada?.-me dijo con cara de "si estás apurada te podés ir"
Lo miré seria, con cara de "ya empezas?"
Listo, me estaba imaginando muchas cosas, miré hacia adelante, no quería mirarlo a los ojos, se el poder que tiene, te conquista y te derrite con solo una mirada, eso lo tenía claro.
-Te parece ir al parque ese que está cerca de casa?-me dijo.
-Bueno.

CUENTA PEDRO:
Sabía que su plan era ignorarme, le salía tan mal, me reía por dentro, por un lado sabía que seguía enojada, pero por el otro la veía evitando mi mirada y me daba gracia. Cada tanto la miraba, ella apoyada sobre su mano mirando por la ventana, tenía ganas de parar el auto y besarla, pero no, no podía.

Llegamos al parque, por suerte estaba bastante tranquilo, no había nadie, estaba un poco fresco pero nada fuera de lo normal. No sentamos en el pasto, digamos que no teníamos la mejor ropa como para estar sentados ahí, pero bueno...
Por primera vez me miró y me habló...
-Te escucho.-me dijo.
En ese momento me quedé mudo, sinceramente no sabía por donde empezar, no tenía las palabras justas, ni las adecuadas para empezar la conversación, así que empecé por disculparme.
-Quiero que me perdones...-le dije.
-Sabes que no te voy a perdonar, así tan fácil...
-Y que tengo que hacer para que me perdones?
-Nada Pedro, creo que esto ya no va más...
Sabía a que se refería, y yo también sentía lo mismo, bajé la cabeza, ella hizo lo mismo, creo que la tristeza nos inundaba el corazón a ambos.
-Sabes que yo no quería que las cosas terminaran así.-le dije.
-Si, ya se, ninguno quería esto... pero ya está, no funcionamos más juntos, me duele decir esto, pero es la verdad, discutimos siempre, yo... yo creo que va a ser lo mejor para los dos, y para los chicos...-me dijo, notaba como caían lágrimas de sus ojos, me rompió el corazón.
-Sabes que te sigo amando no?.-le dije, yo también con lágrimas en los ojos.
-No me la hagas más difícil Pedro, me cuesta esto... y no sabes cuanto...-me dijo.
Acaricié su cara, ella me tomó la mano y se la puso junto a su rostro, como sintiendo mi energía.
-Perdoname.-me dijo aún llorando.
-Por qué? acá el que tiene la culpa soy yo...
-No, vos no, los dos, somos dos... perdoname por no poder hacer que funcione...
La abracé, sentía que ese podía llegar a ser nuestra última conexión, necesitaba abrazarla, ella no me apartó, me abrazó.

CONTINUARÁ...
No se olviden de dejar sus comentarios. SE ACERCA EL GRAN FINAL !