IMPORTANTE: Esto es una historia ficticia, cualquier relación o semejanza con la realidad de Pedro y Paula es pura coincidencia.
Aclaro esto por acontecimientos sucedidos anteriormente.
GRACIAS, silvina.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

El poder del amor RENOVADA - Capítulo 16 - El corazón duele más


PEDRO

Soy un tarado, pensé. Arruiné todo por un estúpido trabajo, ya está, no podía volver el tiempo atrás, ya había cometido el error, no podía hacer nada. Estaba sentado en el auto pero mi tristeza me obligó a estacionar en plena calle, sentía algunas bocinas, pero todo era externo. Ahora solo estábamos mi mente, mi corazón y yo, nadie más, necesitaba ordenar mis ideas, estaba confundido.Sabía lo que estaba por venir, me lo imaginaba y de solo pensarlo me daba cuenta de la familia que tenía y que no quería perderla por nada del mundo.Pensaba en Paula, en todo lo que habíamos vivido.En mis hijos y en todo lo que nos quedaba por vivir. ¿Perder todo por trabajo? ¿Acaso me estaba volviendo adicto a él? ¿Que iba a hacer?... yo sabía que el desfile era su sueño y le había fallado, otra vez.
Encendí el auto nuevamente, esta vez pensando en donde pasaría la noche.Eran las cuatro de la mañana, no ir a la casa de mi papá ni a la de algún amigo, ya era tarde. Enseguida pensé en la casa que le había regalado a Paula, en su vieja casa, por suerte yo tenía las llaves, así que me fui para Las Cañitas. Cuando llegué a la casa, que obviamente estaba vacío  dejé todas mis cosas tiradas y me senté en el piso.Se me calló una lágrima, estaba tan triste, necesitaba tenerla conmigo ahora, pedirle perdón, aunque sabía que eso no iba a funcionar.Las cosas estaban realmente mal, ya hacía como 5 meses que discutíamos cada una hora.Después del viaje a Carlos Paz pensé que las cosas iban a estar mejor, pero lo arruiné y de eso estoy seguro. Eché a perder todo, como siempre, me sentía tan culpable, sentía que todo lo que estaba pasando era culpa mía y en cierta parte lo era, sentía que Paula y los nenes sufrían por mi culpa.
Al rato me quedé dormido en el piso, apoyado contra la pared, estaba incomodo, pero el corazón dolía más.


PAULA

Ya estaba más calmada, apagué el equipo de música y me fui a dormir.Agarré dos veces el celular, quería saber donde estaba, en donde se iba a quedar, pero las dos veces me arrepentí y lo dejé otra vez sobre la mesa de luz. Apague la luz y me acomodé en la cama, miraba su lado vacío, el lado frío de la cama, extrañaba su presencia, pero a la vez pensaba en todo  lo que me había hecho y volvía ese enojo repentino, me di vuelta para mirar la pared y quedé dormida.
Al otro día me desperté a las 10.30 con un mensaje de Luna que venía para mi casa a desayunar.

A los 15 minutos tenía a mi amiga tocando timbre, abrí la puerta, me abrazó y la hice pasar.
-Vení sentate, ¿queres que prepare un mate?-le dije.
-Bueno dale.
Traje el mate y nos sentamos en el jardín, a las 12:30 tenía que estar en lo de mamá para llevar a los chicos al colegio.
-¿Que pasó ayer Pau? ¡Me quedé preocupada!-me dijo.
-Todo mal Luni, el trabajo otra vez.
-¿Discutieron?
-Si, muy fuerte, lo eche.
-¿Lo echaste Pau?
-Si Luna, no le quería ni ver la cara, estaba muy enojada.
-¿Y a donde fue?
-No se.
-¿Y vos cómo estás?
-Mal, pero creo que tomé una decisión y por más que duela creo que va a ser lo mejor para todos.
-¿Que decisión Paula? no me asustes.
-Creo que va a ser mejor que nos separemos... o tomarnos un tiempo. Te juro que me duele muchísimo, pero no quiero sufrir más.No puedo más, no quiero que él sufra ni que los nenes sufran.
-Paula ¿vos esto lo pensaste? ¿te das cuenta de lo que estás diciendo?
-Si Luni, estuve casi toda la noche pensando, yo no sé qué va a pasar... pero así no quiero seguir.
-La verdad que me dejas sorprendida, no sé qué decirte, porque no quiero que vos sufras, pero yo creo que vas a sufrir más con la separación... digo, yo creo que vos lo seguís amando...Pero sea la decisión que sea yo te apoyo siempre.
La miré agradecida.


PEDRO

Me desperté a las diez de la mañana, tenía un dolor en el cuello que no me dejaba ni pensar. Enseguida sonó mi celular.
-¿Hola?-dije con voz de dormido.
-Pedro, soy Hernan, Luna me contó todo lo que pasó¿no queres venir a casa a tomar unos mates y hablamos?
-Bueno, espera que en 20 minutos salgo para allá.
-Dale, te espero.
Ordené un poco la ropa y salí para la casa de Hernan, cuando llegué me estaba esperando con mate y bizcochos.
-Amigo, ¿cómo estás?-me dijo saludándome.
-Ahí ando, ¿vos?
-Bien por suerte.
Nos sentamos en la mesa.
-Contame Pedro ¿qué pasó? Luna ayer estaba muy preocupada por Paula.
-Arruiné todo, como siempre.
-¿Que pasó amigo?
-No fui al desfile, por el trabajo, me dijeron que si me iba me despedían.No me podía ir, pero por otra parte se lo había prometido a Paula... yo creo que las cosas con ella ya no dan para más. Yo no la entiendo, ella no me entiende, ya no hay confianza en la relación. Y si falta la confianza falta todo.
-¿Que queres decir Pedro?
-Nos peleamos casi todos los días, me siento culpable, y yo no quiero que ni ella ni los chicos estén mal por mi culpa.
-Pedro, no es toda tu culpa, la pareja es una relación entre dos personas, tienen que arreglar las cosas entre ustedes.
-Yo creo que esto ya está, creo que no hay más para dar.
-¿Te queres separar?
-No, realmente no es algo que quiera, pero es lo mejor para todos, me duele en el alma esto, y vos sabes lo que me cuesta expresarme, pero esto no va más... no quiero lastimar a nadie más.
-Pedro, ¿vos estás seguro de lo que estás diciendo? ¿Sos consciente de que la separación es algo serio?
-Si Hernan, lo tengo bien claro eso, pero creo que juntos como pareja no funcionamos más.Últimamente no podemos tener una charla fluida, siempre terminamos discutiendo por cualquier cosa.
-Bueno pero eso se puede solucionar... creo yo.
-No, esto ya no tiene arreglo, por más que yo la quiera... nos lastimamos...
-¿No la amas más Pedro? no te veo con la misma cara de enamorado de hace 6 años atrás.
-No es que no la ame, las cosas cambiaron y lamentablemente para mal.Estoy orgulloso de la familia que tengo, pero los chicos están sufriendo mucho y yo así no quiero seguir.
-¿Se lo vas a decir?
-No sé, la verdad que me duele decírselo, pero bueno, no me queda otra.
-No se Pedro, sabes que yo te apoyo en todo, pero no quiero que después te arrepientas de tus hechos.
-Hay que pensarlo.


PAULA


Luna se fue, aproveché para darme un baño y arreglarme un poco.Había llorado casi toda la noche y digamos que mi cara no era la mejor hoy.Nunca creí que saldría de mi boca lo que le dije a Luna, nunca creí que con Pedro íbamos a llegar a esto. Pensé que nuestra relación iba a mejorar... que iba a durar para siempre, pero no, no había funcionado y me dolía en el alma. Por un lado estaba tranquila, sabía que se iban a acabar los problemas, las discusiones  las angustias y el sufrimiento de los chicos, pero por otro lado pensaba en todo lo que habíamos formado juntos y por decirlo así íbamos a tirar todo a un costado y eso era lo que dolía. Si nos separamos igual vamos a tener un hilo conector, pensé, los hermosos hijos que habíamos formado juntos.
Mientras mi miraba en el espejo y me arreglaba el pelo sonaba mi celular, era un mensaje.
Cuando agarré el celular vi su nombre en la pantalla "Pedro", lo abrí y leí el mensaje. Un mensaje que me causó dolor de cabeza con solo leerlo, "tenemos que hablar". Ese "tenemos que hablar" que trae una charla de horas atrás, siempre con la mentalidad de solucionar las cosas, pero esta vez... ¿había vuelta atrás? Yo sabía que todo esto no era por el simple hecho de que no había ido al desfile, no, no era solo por eso, me molestaba, claro, pero habían muchas cosas que desde hacía bastante tiempo ya no estaban funcionando entre nosotros dos.
Apreté el botón "responder", ¿qué le ponía?, opté por lo obvio... "ok, ¿cómo hacemos?" a lo que me respondió: ¿"a qué hora salís de trabajar?", "salgo a las 4.30", " bueno te paso a buscar por el trabajo y vamos a algún lado", "bueno".
Guardé el celular en la cartera y llamé a mi mamá para que vaya aprontando a los chicos para el colegio.
Le dejé comida a Moro y me subí al auto. Cuando llegué a la casa de mamá enseguida salieron los chicos corriendo hacia el auto.
-Hola mis amores.-les dije dándoles un beso a cada uno.
-¡Hola mami!-me dijo Malena.
Bajé para saludar a mamá y partimos para el colegio, lo chicos bajaron y se fueron a sus respectivas clases. Yo retomé mi camino hacia la empresa. Cuando llegué estaba Luna frente al ordenador.
-Buen día...-dije.
-Hola amiga, ¿cómo estás? tanto tiempo...-me dijo riéndose.
Me reí - Bien, acabo de dejar a los nenes en el colegio.-dije sentándome en el escritorio.
Había una carta apoyada sobre la computadora, "Para Paula".

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