IMPORTANTE: Esto es una historia ficticia, cualquier relación o semejanza con la realidad de Pedro y Paula es pura coincidencia.
Aclaro esto por acontecimientos sucedidos anteriormente.
GRACIAS, silvina.

viernes, 17 de febrero de 2012

"El Poder del Amor" Capitulo 94 - Puedo confiar en vos ? Parte 3 ( Última Parte)

Paula vuelve al patio donde estaba Pedro, esta vez parado al lado de la pileta.
-Quien era? Te escuche reír.-dice Pedro.
-Era mi mamá.-dice Paula sonriendo.
-Como esta Giuli?.-dice Pedro.
-Barbara, se estaba riendo como loca, divina.
-Era de eso de lo que te reías?
-En parte.
-Mmm-dice Pedro.
-Jaja mi madre quiere un nietito dice...-dice Paula.
-Ah era de eso..
-Algo así.

Paula se fue acercando a Pedro lentamente, seduciéndolo, hasta que llegó a él.
-Vos que pensas?.-dice Paula.
-Y no se... dicen que a las madres hay que hacerles caso..-dice Pedro.

En eso, Paula le da un empujoncito a Pedro, él resbala y se cae en la pileta.
Paula se empieza a reír.
-Ah te crees graciosa?.-dice Pedro saliendo de la pileta.

CUENTA PAULA:

La verdad que cuando mi madre me dijo lo de tener otro hijo, quede helada, era el momento? Pedro querría ? Yo quería?. Hacia muy poco que habíamos tenido a Giuliana, y ahora Pedro no iba a estar tanto en casa, se me juntaron mil cosas en la cabeza.
Salí al patio y estaba Pedro junto a la piscina, le dije lo que me había dicho mi mamá, sus ojos brillaban, como si hubiera esperado ese momento hace años. Fue ahí que lo empece a considerar, era el momento perfecto... ahi nosotros solos, la noche perfecta, el lugar perfecto, con la persona perfecta.

Me fui acercando a Pedro, tratando de seducirlo, me quede a menos de 20 cm de su cara y le pregunte que pensaba de esto.
Luego para animar le di un empujón a Pedro, el resbaló y cayó a la pileta, comencé a reírme como una niña de 5 años que hace travesuras.

Pedro salió de la piscina en busca de venganza, yo empece a correr al rededor de la misma, él me perseguía, riéndose, hasta que al fin me atrapó, me tomó por la cintura, me levantó y me tiró a la pileta, él de tras de mi se tiro al lado mio.
Cuando llegue a la superficie, abrí los ojos y tenía a Pedro pegado a mi, podía sentir su respiración, y su corazón en mi pecho, nos quedamos como 3 segundos mirándonos, sus ojos prendían fuego, se comunicaban con los míos, hasta que recalculé y me di cuenta lo que estaba pasando... era obvio, estábamos allí los dos en la pileta, con la luna y las estrellas arriba nuestro, Pedro ya se había quedado con la idea de otro hijo, me deseaba con su mirada, yo estaba entregada a él. Me di cuenta que tenía frío, el agua estaba congelada, pero no iba a arruinar este momento con un capricho mio, me la banque.
Él se acercó a mi, cerré los ojos, sentía su respiración, sentía como sus manos rodeaban mi cintura delicadamente, hasta que sentí sus labios en mi cuello dándome besos, él sabía que eso era mi debilidad, mi punto débil, comenzó a besarme apasionadamente, yo respondí a sus besos, el agua congelada ya no me preocupaba, no sentía nada, solo sus besos y sus caricias, nuestros cuerpos se conectaban, como si fueran compatibles, me dejé llevar y le empecé a sacar la remera mojada a Pedro, él hizo lo mismo con una remerita que tenía yo arriba de la bikini, continuaron los besos, la ropa flotaba en la pileta, estábamos los dos desnudos, ahi bajo la oscuridad de la noche. Se me pasaban mil cosas por la cabeza, que estaba haciendo, si, era mi hombre, estaba con él, pero y si quedaba embarazada de nuevo? tan pronto?, mil preguntas se me pasaron por la cabeza, pero a pesar de eso mi cuerpo seguía respondiendo igual, en ese momento no hubo más besos, no hubo más nada, solo nuestros ojos mirándose nuevamente.
Saque mi mano de abajo del agua y le acaricié la cara, sin dejar de mirarlo.
Él tomó mi mano y me miró.
-Es el momento?.-me dice Pedro.
Yo sinceramente no sabía que decirle, hasta que dije, esto ya está todo hecho.
Simulé un si con la cabeza y le regalé una sonrisa, él me miró y me sonrió, comenzó a besarme nuevamente en el cuello y así fue, hicimos el amor en una pileta, a la luz de la luna.
Luego de ese momento hermoso, estábamos los dos nuevamente en la reposera, yo arriba de él.
Lo miraba embobada, era impresionante cuanto lo amaba, era mi todo, él lo sabía, pero de manera distinta, era mi todo, mi vida, mis sueños, mi mundo, me quede mirándolo mientras él miraba el cielo, me quede pensando en que haría sin él, que hubiera pasado si en el atentado que hizo Fernando él hubiera muerto... un frió me recorrió todo el cuerpo y se me puso la piel de gallina.

-Que pasa amor?.-dice Pedro.
-Nada, me vino frío.

Pedro estiró su brazo, agarró su toalla y me tapó.
-Gracias lindo.-le dije y lo besé.

Él me miró y me dijo:
-Puedo confiar en vos?
-Siempre.-le dije y lo besé nuevamente.
CONTINUARÁ...

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