Luego de media hora llegó el delivery, Pedro bajó, se había levantado un viento terrible, la lluvia parecía que te traspasaba la piel con la fuerza que caía.
-Comemos en la cama?-pregunta Pedro.
-Si dale, que hace frio.-dice Paula.
Se sentaron en la cama y se pusieron a comer mirando una película que se llamaba “Siempre a su lado”.
Cuando terminó la película, los dos estaban abrazaditos en la cama.
-Dormimos?-dice Paula.
-Si dale-dice Pedro.
-Hay Peter, no tengo pijama, bueno ta, duermo con esto.-dice Paula.
-No dale yo te doy mi camisa-dice Pedro sacándose la camisa y dándosela a Paula.
-A bueno, que hombre sexy que tengo –dice Paula mirando el pecho de Pedro.
-Jaja-dice Pedro.
Paula se saca la ropa y se pone la camisa de Pedro.
-A mi me sorprende que bien te queda mi ropa-dice Pedro riéndose.
-Vos me quedas bien de por si.-dice Paula.
-Sos viva?-dice Pedro tirando a Paula cariñosamente a la cama.
Paula estaba debajo de Pedro.
Los dos se miraron profundamente y se besaron.
Se acostaron, se taparon y apagaron la luz.
Paula tenía su cabeza sobre el pecho de Pedro, y él la suya sobre la cabeza de Paula.
-Que pensas?-pregunta Pedro.
-Nada, pensaba muchas cosas, entre ellas, pensaba en que tenes que llevarme a conocer a tu familia van a pensar cualquier cosa si no.
-Si tenes razón.
-Peter…-dice Paula.
-Que?
-Que nombre te gustaría ponerle a nuestro hijo?-dice Paula.
-No se, si es nena me gusta Guliana y si es varón no se, a vos?-dice Pedro.
-Hay si Guliana es hermoso, y si es varón me gusta Luca, a vos te gusta? –dice Paula.
-Si me gusta, si te gusta a vos a mí también.-dice Pedro.
Paula levanta la cabeza lo mira, lo besa y vuelve a ponerla sobre el pecho de Pedro.
-Dormimos?-pregunta Paula.
-Si , estoy muerto-dice Pedro.
-Hasta mañana lindo, te amo-dice Paula.
-Yo más, que duermas bien.
La luz que provocaban los rayos y los relámpagos chocaban en las paredes de la habitación, se puede decir que a Paula no le gustaban mucho las tormentas.
-Peter…-dice Paula.
-Te asustan las tormentas?-pregunta Pedro riéndose.
-Jajaja, de que te reis bobo, si me asustan un poco, me abrazas?-dice Paula.
-Si, dale tonti.
-MMM que frío que hace en este apartamento.
-Hay, señorita, disculpe pero no tengo calefacción, como usted.-dice Pedro.
Paula se reía.
Pedro se levantó a buscar otra frazada.
Al fin pudieron dormir tranquilos, felices y muy pero muy abrazados.
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