Al dejar a Moro en el jardín, Paula vio una piscina enorme.
-Pedro…-grita Paula.
Pedro se acerca.
-No me dijiste que tenía piscina.-dice Paula.
-Mmm, sorpresa!, la mande hacer hace como 2 semanas, por eso no nos mudamos antes.
-Jajaja sos pillo!-dice Paula besando a Pedro.
-Pedro, no queres ir hoy a cenar a lo de tu papá, así estamos un rato con él, además ni me conoce, y voy a precer una desubicada, que va a tener un hijo con su hijo y no tiene idea quien es.-dice Paula.
-Vos decís?, tenemos que arreglar todo, además vos debes estar agotada.
-Dale, Peter, vamos, es tu papá, todos tus hermanos viven en otras casas, él está solo, vamos a visitarlo y de paso estamos un ratito acompañándolo.
-Bueno dale, ahora lo llamo.-dice Pedro.
Pedro llamó a su papá y le dijo que a las nueve de la noche lo irían a visitar un rato.
La casa ya estaba un poco más ordenada, y sinceramente era hermosa, tenía 3 dormitorios, 1 living, 2 baños, la cocina, el comedor, el hermoso patio y jardín, y la infaltable estufa a leña, cosa que Paula amaba, y siempre había querido una.
A las 4:30 de la tarde Paula se acostó un rato con Pedro a descansar, durmieron hasta las 6, Paula se levantó se baño, se cambió y ya estaba pronta, Pedro hizo lo mismo, cuando terminó, fue hasta el living, Paula estaba tirada en el sillón con Moro mirando tele.
-Pau comé algo, hoy no comiste nada, te va hacer mal-dice Pedro.
-Mmm merendamos?-dice Paula.
-Bueno, dale.-dice Pedro.
Pedro preparó tostadas y dos cafés, los llevó hasta el sillón y lo apoyó en la mesa “ratonera” que estaba en el centro.
Merendaron y se quedaron un rato mirando una película juntos.
21:30 de la noche.
Los dos se habían quedado dormidos en el sillón, Paula abre un ojo y ve por la ventana que todo estaba totalmente oscuro, despierta a Pedro.
-Mi amor, que hora es?-dice Paula un poco desesperada.
-Eh, que pasó?-dice Pedro un poco dormido.
Paula mira el reloj eran las 21:45.
-Pedro, son las diez menos cuarto, tu papá nos debe estar esperando.
Los dos se levantaron rápido agarraron a Moro y se fueron en el auto de Paula, ya que el de Pedro no tenía nafta.
Cuando llegaron, el papá de Pedro abre la puerta.
-Hola, viejo, como andas?-dice Pedro dándole un abrazo.
-Muy bien, pero veo que vos también, viniste acompañado.
-Y sí, a partir de ahora voy a estar siempre con ella.-dice Pedro.
Paula saluda a el papá de Pedro.
-Mucho gusto-dice Paula.
-El gusto es mío, vengan entren, siéntense que voy a traer la cena.
El papá de Pedro había preparado carne con papas al horno.
Comenzaron a cenar.
-Mm que rico, lo hizo usted?-dice Paula.
-Si, te gusta?
-Si, la verdad que está muy rico.
-Me alegro-dice el papá de Pedro sonriéndole.
Pedro le contó a su papá todo lo que estaban pensando con Paula.
Después de un buen rato de charla, Pedro y Paula se fueron.
Cuando estaban por la 9 de julio.
-Quedó contento tu papá-dice Paula sonriéndole a Pedro.
-Si la verdad que si, desde que falleció mamá está mucho tiempo solo.
-Si me imagino, tendríamos que venir más seguido.
Estacionaron el auto, Paula baja del auto y ve que la luz del living estaba prendida.
-Pedro, vos dejaste la luz prendida del living?-pregunta Paula.
-No que yo sepa-dice Pedro.
-Naa, buenísimo, primer día en la casa y ya tenemos problemas.-dice Paula furiosa.
-Pau, no te pongas así no hay nada, me abre olvidado de apagarla.
De repente Paula ….
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