IMPORTANTE: Esto es una historia ficticia, cualquier relación o semejanza con la realidad de Pedro y Paula es pura coincidencia.
Aclaro esto por acontecimientos sucedidos anteriormente.
GRACIAS, silvina.

lunes, 26 de noviembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 132 - Una promesa, una sonrisa.

Si, hacia exactamente dos semanas que no me venía el periodo, encerrada en mi cuarto me quedé pensando, tomando mi cabeza con mis manos, no, no podía estar pasando esto, mi mal estar, los mareos, las nauseas y   el atraso, no, una parte de mi trataba de negarlo mientras la otra me decía que no podía dejarlo de lado. Enseguida pensé en Pedro, en los chicos, todavía no era seguro, pero tantas coincidencias juntas era preocupante, me aparté de la cama y empecé a recorrer toda la habitación nerviosa, enseguida se abrió la puerta, era Pedro, y como para sumarle una cosa más a todo esto se dio cuenta de mi cara de preocupación.
-Que pasa?.-me dijo un poco preocupado.
-Nada importante.-le dije nerviosa.
-Si dale Paula, entonces avisale a tu cara, estás pálida, te sentís mal de nuevo? queres que llame al médico? no queres que...-me dijo hasta que lo interrumpí.
-Pedro, para ! es algo serio!.-le dije preocupada y recorriendo la habitación.
-Bueno Paula decime!.-me dijo ya elevando la voz.
-Creo... creo que estoy embarazada.-le dije nerviosa pero con una sonrisa.
Pedro me sonrió y enseguida me vino a abrazar.
-Esperá amor, no está confirmado, mañana tengo hora con el médico.
-Estoy seguro de que es verdad, lo siento.-me dijo acariciándome la cara.
Le sonreí
-Me vas a acompañar no?-le dije seria.
-Si amor, a que hora es?
-A las cuatro y media.
-Ah amor, pero a esa hora estoy trabajando...
-Ves, siempre lo mismo..-dije apartándome de él.
-Bueno, pero puedo salir un rato antes...-me dijo sonriendo.
-Me lo prometes?
-Te lo prometo.-me dijo y me besó.
-Voy a preparar la cena.-le dije y me fui de la habitación.
Ya en la cocina...
-Má, tengo hambre!.-me dijo Ian ya sentado en la mesa.
-Bueno esperá gordito, todo no puedo.
Pedro sentado en el sillón con Giuliana mirando los dibujitos me daba tanta ternura, se llevaban tan bien, era distinta su relación, Pedro la trataba como a una princesa, literalmente, y eso me encantaba.
Luego de poner la mesa nos sentamos a cenar.
Mientras los chicos jugaban entre ellos, Pedro y yo hablábamos de cualquier cosa. Extrañaba ese ambiente familiar. Moro que ladraba queriendo llamar la atención y provocaba el enojo de Ian que lo mandaba callar cada un minuto.
Luego de que los chicos teminaran de hacer unos deberes, los ayudé a acostarse, hasta que quedaron dormidos.
Nos acostamos, Pedro como de costumbre se quedó dormido al instante y yo como una boluda, porque no se podía decir otra cosa, me quede mirando el techo como una hora, nervios, me perseguían, cada vez que estaba por dormirme otra vez, o Pedro se movía o los nenes tosían, todo era muy loco.
La noche se me pasó rapidísimo, cuando quise acordar ya eran las 12 del mediodía, me levanté, obviamente Pedro no estaba, y los chicos tampoco, tardé tanto en dormirme anoche que seguramente el sueño evitó que escuchara los ruidos. Tomé el teléfono y llamé a Pedro.
-Hola?-me dice Pedro
-Hola gordi, todo bien?
-Si amor, todo bárbaro, recién dejé a los nenes en el colegio, vos te sentís bien?
-Si, no te olvides de lo que me prometiste.
-No amor, bueno te dejé el almuerzo en la heladera.
-Gracias amor, te amo.
-Yo más mi reina.

Corté la llamada

CONTINUARÁ...

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