IMPORTANTE: Esto es una historia ficticia, cualquier relación o semejanza con la realidad de Pedro y Paula es pura coincidencia.
Aclaro esto por acontecimientos sucedidos anteriormente.
GRACIAS, silvina.

jueves, 13 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 159 - Cuando todo parece estar perdido

CANCIÓN:  http://www.youtube.com/watch?v=pY9b6jgbNyc

CUENTA PAULA:
15 de diciembre, hoy era el día, hoy era su día y para mi uno de los peores. Estaba sentada en el balcón del apartamento. Si, ya nos habíamos mudado a Las Cañitas con los chicos, la casa era perfecta, no tanto para ellos, pero para mi era genial, aunque a veces me hiciera recordar todo lo que habíamos vivido con Pedro acá. Cuando lo conocí, en aquel kiosko, el día que cambió mi vida, para siempre, soñaba con tenerlo conmigo, abrazarlo, y decirle cuanto lo amaba, si, lo seguía amando como la primera vez, o aún más, tenerlo lejos me había hecho pensar mucho, tanto en él como en mi, y llegué a la conclusión de que mi vida sin él no era nada, pero por más que doliera me tendría que ir acostumbrando, si, lo había perdido ya hacía mucho tiempo, pero hoy, hoy realmente lo iba a perder, quizás para siempre.
En este momento solo soñaba con su arrepentimiento, con que viniera y me dijera "Paula, te amo" o "no te quiero perder" pero sabía que en realidad esto era lo que quería yo, no sabía lo que quería él, no sabía si estaba realmente enamorado de esa mujer.

Eran las doce del mediodía, los chicos seguían durmiendo, como de costumbre, aproveché para hacer el almuerzo, teníamos que hacer todo temprano, a las nueve empezaba el casamiento, el padre de Pedro iba a pasar a buscar a los chicos a las ocho, ya tenía el vestido de Giuliana pronto y la ropa de Ian también. Estaba en unos de esos momentos en donde me preguntaba como se sentían ellos, que pensaban de todo esto, ¿se lo estaban tomando en cerio? ¿sabían lo que significaba un casamiento? no se, las cosas con ellos habían mejorado, Giuliana había mejorado mucho en el colegio y Ian también, ya habían superado este problema, o al menos eso creía yo.

Fui a levantar a los chicos para comer, ya sentados en la mesa, Ian me mira...
-Má, vos venís con nosotros hoy no?.-me dijo Ian.
-No amor, yo no voy, van con el abuelo...
-Por qué no venís?.-me dijo Giuliana con cara de tristeza.
-Porque no amor, es el casamiento de tu padre...-le dije
-Estás triste?.-me dijo Ian.
-No amor...-le dije bajando la cabeza.
Claro que estaba triste, ahí fue cuando pensé, ¿mi tristeza se nota?. Terminamos de comer, los chicos se fueron a jugar mientras yo arreglaba algunas cosas del trabajo, todavía no me habían dado vacaciones, esperaba que fuera pronto porque estaba cansada, el año que viene nos esperaban 4 desfiles importantes y ya había que empezar a preparar todo con tiempo.
Estaba nerviosa, como si yo fuera la novia, pero no, no lo era, era eso lo que me ponía nerviosa, no ser nada para él. La última charla que tuvimos fue en el cumpleaños de Giuliana, tenerlo ahí, tan cerca y que me dijera que estaba enamorado de Verónica, o por lo que había entendido, me había puesto realmente mal. Obviamente esto era mi culpa, yo lo había apartado de mi, acá la que lo echó fui yo, tenía que pagar las consecuencias, si, obvio, ambos habíamos decidido separarnos... pero si yo lo hubiera perdonado las cosas no estarían así, capaz que seguíamos con nuestras discusiones de siempre, pero por lo menos estaríamos juntos.

CUENTA PEDRO:
Era hoy, no sabía si era el día más importante de mi vida o el peor de todos, le había pedido casamiento a Verónica porque sus padres me estaban presionando, ojo, no piensen mal, la familia de ella era increíble  y ella también, eran muy buenas personas, Verónica era muy buena madre, lo demostraba cada vez que venían mis hijos a casa, los cuidaba muy bien, pero yo sabía diferenciar las cosas, la madre de ellos era Paula, de eso no había duda, nunca las iba a confundir o hacerles creer a los chicos que Verónica era su segunda madre, no, la única era Paula.

Miraba por la ventana, miraba a la gente pasar, todos caminaban tranquilos, sin prisa, como los envidiaba, yo estaba completamente distinto a ellos, estaba nervioso, ansioso, tenía miedo de mi elección.

CONTINUARÁ... ÚLTIMOS CAPÍTULOS.


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