IMPORTANTE: Esto es una historia ficticia, cualquier relación o semejanza con la realidad de Pedro y Paula es pura coincidencia.
Aclaro esto por acontecimientos sucedidos anteriormente.
GRACIAS, silvina.

lunes, 3 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 144 - El abrazo de una hija

CUENTA PAULA:
Estábamos los dos sentados en el pasto, como solíamos hacer hacía 5 años, pero esta vez no era para descansar, era para despedirnos, ¿despedirnos? yo no quería despedirme de él, no, podíamos separarnos, alejarnos, pero lo quería seguir viendo, obvio. Abrazados, ambos llorando, me partía el corazón ver a Pedro llorar, no era muy común en él, sentía su corazón en mi pacho, su respiración entrecortada y sus lágrimas que se cruzaban con las mías en mi rostro. Sentía nuestra conexión de siempre, ¿sería la última? esa conexión que amaba sentir entre nosotros, ¿que voy a hacer ahora? me preguntaba cada dos minutos.
-Tenemos que hablar con chicos.-me dijo secándose las lágrimas y tranquilizándose un poco.
-Si, tenes razón, no puedo creer esto... lo que estamos pasando...-le dije aún con lágrimas en los ojos.
Nos levantamos y nos fuimos caminando hacia el auto, nos subimos, Pedro puso en marcha el auto y partimos para el colegio, a buscar a los chicos, teníamos que hablar con ellos, explicarles bien como iban a ser las cosas.
-Pedro...-le dije
-Que?
-Donde estás viviendo vos?
-Ayer me quedé en tu apartamento en Las Cañitas... perdón pero tenía las llaves y era tarde...
-No, está bien, es tuyo...
-No Paula, yo te lo regalé, es tuyo.
Le sonreí, la primera sonrisa en dos días.
-Que vas a hacer, te vas a quedar ahí?
-No, voy a volver a Mármol, seguramente...
-Ah bueno.

Llegamos al colegio, los chicos se subieron al auto y partimos para casa, lo que nos esperaba era casi inexplicable, ya estábamos todos en casa, teníamos que decirles a los nenes...
-Amores, tenemos que hablar con ustedes...-les dije.
Los nenes nos quedaron mirando, notaron nuestra cara de preocupación, así que ninguno protestó y se sentaron en el sillón y nos quedaron mirando, nosotros nos miramos y empezamos la charla.
-Bueno, esto que les voy a decir es triste, pero primero que nada quiero que ustedes sepan que entre papá y mamá va a quedar todo bien.-dijo Pedro.
-Que pasa?.-dijo Giuliana.
-Con papi nos vamos a separar un tiempo, yo se que esto va a ser difícil para todos, pero es lo mejor...
La cara de Giuliana cambió totalmente, se levantó del sillón, me miró y me dijo gritando y llorando
-Me prometiste que no nos iba a dejar!!!.
Yo sabía a que se refería "Papá nunca nos va a dejar, te lo prometo" se me partió el corazón, todo estaba saliendo mal, bajé la cabeza, noté como Ian salió corriendo atrás de su hermana y yo quedé sola en el living, con Pedro. Me largué a llorar sentada en el piso, como una fracasada, me sentía así, no lo podía evitar, todo me salía mal, sentía como Pedro me acariciaba la espalda tratando de calmarme, pero eso me hacía peor, lo miré y me dijo:
-Va a ser difícil Paula...
Era obvio, que iba a ser difícil  enseguida se me vinieron todos mis recuerdos de Lobos, cuando papá y mamá nos dijeron a mis hermanos y a mi que se iba a separar, uno de los peores días de mi vida, solamente rezaba en este momento para que los chicos no se sintieran como yo me sentí ese día, solo por eso. Eran chicos todavía, pero Giuliana siempre se tomaba las cosas de una manera que me asombraba realmente, Ian no entendía mucho por eso no se enojaba tan seguido.
Me levanté del piso y me saqué las lárgimas, miré a Pedro y le dije:
-Anda, no te preocupes, yo lo arreglo...
-Estás segura? no queres que me quede?
-No deja Pedro, anda tranquilo, después hablamos.-le di un beso en la mejilla y se fue.
Me senté un rato en el sillón para ordenar mis pensamientos nuevamente, esta vez tenía que encontrar las palabras justas para hablar con los chicos, que aún seguían encerrados en el cuarto. Me levanté y abrí la puerta de su habitación, ella estaba jugando con unas muñecas y Ian se había quedado dormido en su cama.
-Amor, podemos hablar?-le dije sentándome en el piso junto a ella, que lo único que hizo fue mirarme, como esperando explicaciones.
-Vení, vamos al living, así dejamos dormir a tu hermano.-le dije, agarrándola de la mano.
Ya sentadas en el sillón empecé a hablar.
-Gordita, yo se que esto va a ser difícil para ustedes, porque también es difícil para mi y para papá.
-Entonces por qué se separan?-me dijo enojada.
-Porque las cosas entre nosotros no están bien, nosotros no queremos pelear más, y tampoco queremos que ustedes estén mal.
-Y papá se va a ir para siempre?
-No amor, papá siempre va a venir a verlos, no se va a ir...-trataba de encontrar las palabras para que entendiera, aunque tenía un nudo en el pecho que aveces no me dejaba hablar, tenía ganas de llorar, pero no podía mostrarme así adelante de mi hija, no.
-Bueno...-me dijo
-Te amo mucho gordita, perdoname.-le dije subiéndola arriba mio y dándole un beso en la cabeza.
Ella no respondió, solo se quedo conmigo abrazándome, como amaba sus abrazos, eran tan cálidos y suaves, era el abrazo de una hija, estaba orgullosa de ser madre, y no se imaginan cuanto.

CONTINUARÁ... DEJEN SUS COMENTARIOS !!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario