IMPORTANTE: Esto es una historia ficticia, cualquier relación o semejanza con la realidad de Pedro y Paula es pura coincidencia.
Aclaro esto por acontecimientos sucedidos anteriormente.
GRACIAS, silvina.

sábado, 8 de diciembre de 2012

"El poder del Amor" Capítulo 148 - Situación incómoda.

CUENTA PAULA:
17 de diciembre, que puedo decirles? ya estaba preparada, creo, psicológicamente y físicamente, las dos semanas anteriores creo que fueron las más difíciles de mi vida, no por mi, ni por Pedro, sino por los chicos, las noches más largas y tristes, aveces esperaba a que los chicos se durmieran para encerrarme en el cuarto a llorar, tenía un agotamiento corporal impresionante, necesitaba descansar por lo menos una semana. Era el día, a las 7 de la tarde teníamos que estar los dos en el juzgado para firmar "esos" papeles. 
Ya habíamos quedado con Pedro que los lunes y miércoles pasaba a buscar a los chicos por el colegio y se los llevaba con él a la casa hasta el otro día, el resto de la semana se quedaban conmigo, estábamos haciendo todo lo posible para no vernos seguido, era difícil para los dos, pero también era entendible que nos quisiéramos ver lo menos posible. Eran las 12 del mediodía, yo estaba en el auto con los chicos, llevándolos al colegio, luego debía ir al trabajo hasta las 5 y 30, después ir a buscar a los enanos al colegio, llevarlos a la casa de mi mamá y luego ir al juzgado, sin duda un día agotador. 

CUENTA PEDRO:
Estaba tirado en mi cama, mirando el techo, la verdad que desde que había peleado con Paula mi vida era un desastre, bueno, con respecto a mi casa estaba bastante bien, la había arreglado y ahora se podía decir que era una "casa". Mi familia obviamente estaba en desacuerdo conmigo, con lo de la separación, al igual que la de Paula, creían que estábamos haciendo mal, más que nada por los chicos, pero claro, nadie piensa en nosotros, en como estamos con esta decisión  obvio que entiendo que los enanos son super importante en este momento, y que seguramente son los que más sufren, pero... nosotros? nosotros también sufrimos, claro, no de la misma manera, pero es muy difícil para ambos.
Hacía aproximadamente 1 semana que no veía a mis hijos, ni a Paula, los extrañaba realmente, a no ver a Paula ya me tendría que ir acostumbrando, pero no ver a mis hijos dolía y dolía enserio. 

CUENTA PAULA:
Listo, ya había llegado al trabajo, hoy Zaira no venía, hoy más que nunca la necesitaba acá conmigo, necesitaba un apoyo, y ahora la única que me apoyaba era ella, mi familia estaba en desacuerdo con la separación, pero bueno, no me quedaba otra que ignorarlos, duele si, ignorar a tu familia en estos momentos era lo más negativo que podía hacer, pero bueno, yo ta tenía mi decisión, allá ellos.
Con respecto al tema "Fernando" no había hablado con él aún, pensaba hacerlo después de todo este caos, necesitaba estar tranquila, aunque con él al lado era casi imposible. En fin, tomé mi computadora y me puse a hacer unos diseños, todo me quedaba horrible, inspiración? cero. 

Pasó el rato, se hicieron las cinco y media, al fin, pensé, por un lado quería salir corriendo del trabajo, pero por otro lado se acercaban las siete de la tarde, ya está Paula, ya está!!
Fui a buscar a los chicos al colegio y los dejé con mi madre, con la que ahora no cruzaba tantas palabras, con este tema nos habíamos alejado un poco, ya va a aflojar, pensé.
Me fui para casa, le di de comer a Moro, que pobre, en estos momentos no le daba ni bola, me acosté un rato, para descansar, me bañe, me cambié, hice una merienda rápida y me fui para el juzgado. 
Ya en el auto tenía el corazón que no daba más, no por nervios, sino por no saber si estaba haciendo lo correcto, tenía miedo, más que nada.

CUENTA PEDRO:
Esta situación ya me superaba, estaba cansado, realmente, sentía que al firmar esos papeles ya no abría vuelta atras, que iba a sacarme un peso de encima, un peso de encima? que estaba diciendo? no, estaba tomando una decisión que todavía ni sabía si era lo correcto, estaba en el auto, mis manos sudaban como nunca, señal de que estaba nervioso. Llegué, hoy más que nunca, llegar temprano era malo, sonaba como que quería hacer todo rápido, si, por un lado  quería que fuera todo rápido, no quería sufrir tanto, aunque era imposible no hacerlo. Bajé del auto, mi vista no era muy buena, llovía, había una gran tormenta, abrí el paraguas y entré al juzgado. No había nadie, solo una mujer que lloraba, me alivié al saber que no era Paula, me senté en un sillón que había en la sala de espera, sabía que lo más difícil no iba a ser firmar los papeles, sino verle la cara a ella, sabía que eso me iba a matar. La mujer me miraba y sinceramente me incomodaba, lloraba, mucho, obvio que no me iba a meter en sus problemas, ademas me daba vergüenza preguntar, estaba sola. Al instante un hombre salió de una oficina, agarró a la mujer del brazo y le dijo que se tranquilizara, de forma agresiva, enseguida me vino a la cabeza cual podría llegar a ser su situación y la verdad que me alegraba saber que con Paula era todo distinto, por suerte.

Bajé la cabeza, no me iba a meter en la discusión de esa pareja, no obvio que no, traté de controlarme, pero a la vez tenía ganas de darle su merecido a ese hombre, la chica no se merecía eso, era hermosa, sinceramente, y en sus ojos se notaba que estaba sufriendo. Se fueron, por suerte, me incomodaba la situación, y mucho. Giré mi cabeza, la vi llegar, me vió y me sonrió, que podíamos hacer? nada. Paula se me sentó al lado, y me miró, con sus ojos me decía todo, todavía no habíamos pronunciado ni una palabra.

CONTINUARÁ ...
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